Sumas astronómicas de dinero sucio transitaron durante años por los mayores bancos del mundo, según un informe del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) divulgado el domingo y que denuncia las carencias de regulaciones del sector.

“El lucro de las mortales guerras contra las drogas, las fortunas desviadas desde países en desarrollo y los ahorros ganados con esfuerzo y robados en esquemas Ponzi,
han podido entrar y salir de esas instituciones pese a las advertencias de los propios empleados de los bancos”, dice la investigación realizada por 108 medios de 88 países.

La investigación se basa en miles de “reportes de actividad sospechosa” enviados por bancos de todo el mundo a FinCen, la policía financiera del departamento del Tesoro de Estados Unidos.

“Esos documentos, compilados por bancos, compartidos con el gobierno pero mantenidos fuera de la vista pública, exponen la oquedad de las salvaguardias bancarias y la facilidad con que las explotan los criminales”, escribió el medio digital Buzzfeed, en la presentación del informe.

Los documentos señalan transacciones por dos billones de dólares entre 1999 y 2017.

La investigación señala en especial a cinco grandes bancos (JPMorgan Chase, HSBC, Standard Chartered, Deutsche Bank y Bank of New York Mellon) a los que acusa de movilizar activos de supuestos delincuentes, incluso después de que hubieran sido procesados o condenados por delitos financieros.

“Las redes por las que circula el dinero sucio por el mundo se han convertido en arterias vitales para la economía global”, según Buzzfeed News.

El Deutsche Bank dijo que las revelaciones “son bien conocidas” por los organismos reguladores. El banco alemán dice haber destinado “significativos recursos para fortalecer sus controles” así como a cumplir “con sus responsabilidades y obligaciones.

La investigación resalta la falta de poder de las autoridades estadounidenses para regular las operaciones financieras sucias.

Antes de la divulgación del informe, la policía financiera del Tesoro advirtió que la difusión sin permiso de reportes de transacciones sospechosas es un “delito que puede causar impacto en la seguridad nacional de Estados Unidos”.