La primera ministra de Alberta, Rachel Notley, anunció el domingo una reducción del 8.7% en la producción de petróleo en esta provincia canadiense, que contiene la tercera reserva más grande del mundo, con la esperanza de frenar la caída de los precios.

Con los ductos de América del Norte paralizados y el exceso de oferta, unos 35 millones de barriles esperan actualmente en Alberta para ser exportados, informó el gobierno de Alberta en un comunicado.

“Con tanto petróleo esperando, sin ser transportado, el barril se vende con un descuento de alrededor de 10 dólares”, dijo Notley, .

Es por esto que a partir de enero, Alberta reducirá su producción para limitarlo a 325.000 barriles por día hasta que haya más capacidad para transportarlo.

Para eso, la provincia comprará vagones cisterna para aumentar el volumen de transporte en 120.000 barriles por día, informó Notley el miércoles, impaciente ante el retraso en la ampliación del oleoducto Trans Mountain, entre Alberta y el puerto de Vancouver.

Se espera que la reducción de volumen decidida por el gobierno de centro izquierda de Notley afecte a cerca de 25 productores de petróleo.

Es una “decisión muy difícil”, admitió Notley el domingo a última hora. “Cuando los mercados no funcionan, tenemos la responsabilidad de actuar. (…) Este es un tema de crucial importancia para la economía de Canadá, no solo para la de Alberta”, insistió.

Canadá, el cuarto mayor productor del mundo en 2017, actualmente extrae unos 4,8 millones de barriles de petróleo por día, una gran parte el petróleo pesado de las arenas petrolíferas de Alberta, un hidrocarburo no convencional, muy costoso y contaminante para extraer.

La decisión de Alberta se produce después de la mayor caída de precios en el mundo en diez años en noviembre.

Arabia Saudita y Rusia, respectivamente el segundo y tercer productor de petróleo en 2017, “acordaron extender” su acuerdo sobre una disminución en la producción de petróleo con la esperanza de impulsar los precios.

Lo anterior fue anunciado el sábado por el presidente ruso, Vladimir Putin, al final de la cumbre del G20, durante la cual se reunió con el príncipe heredero saudita, Mohammed bin Salmán.