Un niño palestino de dos años murió durante la jornada de este lunes en Cisjordania, cuatro días después de recibir una bala en la cabeza disparada por las fuerzas israelíes.

Un niño palestino de dos años que resultó herido de bala la semana pasada tras ser tiroteado por militares israelíes en la ciudad cisjordana de Nabi Salé, murió este lunes.

Así fue como lo confirmado la familia de esta pequeña víctima de una tragedia que el Ejército de Israel describió como “accidental”.

El niño palestino, identificado como Mohamed Haizam Tamimi, resultó herido junto a su padre.

Esto, después de que soldados de Israel dispararan contra sospechosos de unos disparos efectuados contra el asentamiento de Neve Tzuf, situado en la zona.

Las víctimas iban en un vehículo y fueron alcanzadas cuando pasaban cerca de un puesto de control.

Tamimi fue trasladado a un hospital de Israel, donde se le ingresó en estado crítico, mientras que su padre fue ingresado en Ramala.

Según se detalló, el cuerpo del niño será trasladado durante la jornada a Ramala de cara a su entierro, que tendrá lugar el martes en su aldea natal.

Todo esto, según recogió la agencia palestina de noticias WAFA.

Fuentes militares israelíes indicaron en declaraciones a Europa Press que se trató de “un hecho desafortunado”.

Luego se detalló que los militares abrieron fuego contra sospechosos de realizar disparos contra el asentamiento, suceso que se saldó sin víctimas.

Asimismo, el Ejército de Israel dijo en un comunicado que “lamenta haber causado daños a no combatientes”.

“Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) están comprometidas a hacer todo lo que esté en su mano para evitar este tipo de incidentes”, dijo el Ejército israelí.

“El incidente está siendo revisado”, manifestó. Esto, antes de subrayar que las tropas israelíes lanzaron una operación en la zona para intentar capturar a los asaltantes palestinos.