El secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, dijo el domingo que el presidente Donald Trump ordenó la retirada de hasta 1.000 soldados estadounidenses del norte de Siria, en momentos en que unas 130 mil personas huyen de la zona bajo ataque turco.

“Hablé con el presidente anoche después de sostener discusiones con el resto del equipo de seguridad nacional y él ordenó que comenzáramos un retiro deliberado de nuestras fuerzas en el norte de Siria”, dijo Esper a la cadena CBS.

El secretario de Defensa detalló a Fox News que el número de soldados a retirar sería “menos de 1.000”.

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Nos encontramos con que probablemente tendremos fuerzas estadounidenses atrapadas entre dos ejércitos enfrentados y es una situación bastante insostenible
- Secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper

“No puedo ofrecer un cronograma porque esto cambia cada hora. Queremos asegurarnos de hacerlo de una manera muy segura y deliberada”, explicó.

Los enfrentamientos se han presentado en la zona desde el miércoles, cuando Ankara lanzó una largamente temida ofensiva contra las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), lideradas por los kurdos y a las que considera “terroristas” vinculadas con insurgentes dentro de Turquía.

Trump ha sido señalado de abandonar a sus leales aliados en la lucha contra el grupo Estado Islámico (EI) tras ordenar la retirada de fuerzas especiales estadounidenses de la frontera.

Los enfrentamientos desataron el éxodo de unas 130 mil personas, según la ONU, que se prepara para que esa cifra se pueda más que triplicar.

Soldados estadounidenses cerca de la frontera norte de Siria estuvieron en medio del fuego turco el viernes, según el Pentágono, que advirtió que Estados Unidos está preparado para responder a cualquier agresión con acciones “defensivas inmediatas”.

El Ejército estadounidense confirmó una explosión a pocos metros de su base cerca de la ciudad de Kobani, en un área “en que los turcos saben que hay presencia de fuerzas estadounidenses”.

“Nos encontramos con que probablemente tendremos fuerzas estadounidenses atrapadas entre dos ejércitos enfrentados y es una situación bastante insostenible”, dijo Esper a CBS.

Agence France-Presse
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El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, anunció el viernes que Trump había autorizado -aunque aún no activado- nuevas sanciones para disuadir a Turquía de nuevas ofensivas militares.

“Podemos cortar todas las transacciones en dólares estadounidenses con todo el gobierno de Turquía”, dijo Mnuchin a la cadena ABC el domingo.

“Es algo que podríamos hacer”, aseguró.

Turquía avanza sobre el territorio kurdo

Las tropas turcas avanzaron en profundidad sobre territorio kurdo este domingo, en una serie de ataques que les permitieron conquistar ciudades y aldeas, pero provocaron la muerte a decenas de civiles y la huida de cientos de familiares de yihadistas.

El ataque lanzado el miércoles se concentró inicialmente en una franja de territorio fronterizo entre las ciudades de Tal Abyad y Ras al-Aín, a unos 120 km de distancia, en el norte de Siria.

Este domingo, las fuerzas atacantes conquistaron Tal Abyad, según la agencia turca Anadolu y el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Ahora sólo Ras al-Aín escapa de las fuerzas turcas que se habían apoderado de 40 aldeas desde el miércoles, según la OSDH, que cuenta con una vasta red de informantes.

Fuga de 130 mil personas

En cinco días, al menos 104 combatientes kurdos y unos 60 civiles han muerto por la violencia –26 de ellos el domingo– según el OSDH.

De las víctimas civiles de este domingo, 10 se registraron en un ataque aéreo contra un convoy que transportaba a civiles y periodistas, precisó la ONG.

“Estábamos en el convoy de civiles kurdos atacados por las fuerzas turcas o sus aliados en Ras Al Aín, nuestro equipo está bien pero hay colegas que han muerto”, dijo la periodista Stéphanie Pérez, del grupo estatal France Television.

Asimismo las autoridades kurdas anunciaron la huida de casi 800 familiares de yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) de un campo de desplazados en combates en el norte sirio, donde fuerzas kurdas resisten la ofensiva.

El domingo, “785 miembros extranjeros del EI huyeron del campo de Aín Isa, indicó en un comunicado la administración semiautónoma kurda, y precisó que estos familiares de yihadistas “atacaron a los guardias y abrieron las puertas”.

“Todas las familias del EI huyeron”, indicó a la AFP un responsable de las autoridades kurdas, Abdel Qader Muhahad. Este informó de “disturbios” y de la presencia de “células durmientes” yihadistas en el campo que se hacían pasar por desplazados.

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Con la guerra iniciada en Siria en 2011, la minoría kurda instauró una autonomía de facto en vastas regiones del norte y noreste del país, a lo largo de la frontera turca. Estas zonas están controladas por las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), alianza de combatientes dominada por las YPG.

Las FDS fueron además un aliado imprescindible de Occidente, especialmente de Estados Unidos, en la lucha contra el EI en Siria. Y las autoridades kurdas advirtieron reiteradamente que la ofensiva turca podría provocar un resurgimiento del grupo, aprovechando un vacío de seguridad.

Las autoridades kurdas reclamaron a la comunidad internacional “una intervención para evitar una catástrofe cuyas consecuencias no se limitarán a Siria”.

Occidente mostró también temor a un resurgimiento del EI, pero Ankara pidió a los países europeos que repatrien a sus ciudadanos.

“Puñalada”

En el frente de Ras al Aín, más al este, las fuerzas kurdas hicieron retroceder a los militares turcos y los combates prosiguen en la periferia de la ciudad, dijo el OSDH.

Ankara anunció la muerte de cuatro soldados sirios y de 18 civiles por unos ataques con cohetes lanzados por los kurdos contra ciudades turcas de la frontera.

Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), “continúan registrándose desplazamientos significativos alrededor de Tal Abyad y Ras al Aín”, con “estimaciones que superan las 130 mil personas”.

Las FDS lucharon durante años contra el EI, vencido en marzo en Siria, principalmente con ayuda de Estados Unidos, que había desplegado a cientos de soldados en el norte sirio.

La ofensiva turca comenzó dos días después de que Washington anunciara la retirada de soldados de las zonas de la frontera sirioturca, en una decisión que parecía dar luz verde al asalto.

Las FDS denunciaron una “puñalada por la espalda” y pidieron a Estados Unidos “asumir su obligación moral” y a “cerrar el espacio aéreo ante la aviación turca”