Miles de civiles huyeron el jueves del enclave rebelde de Guta oriental, cerca de Damasco, en donde el régimen sirio tomó más del 70% del territorio, incluida la ciudad de Hamuriya en el sur.

Más de 350.000 personas murieron desde que comenzó el conflicto en Siria en 2011 y luego de siete años de guerra el país está en ruinas.

El presidente Bashar al Asad, debilitado durante mucho tiempo, logró, gracias al apoyo de Rusia, revertir la situación en el terreno hasta retomar el control de más de la mitad del país.

Cerca de Damasco, las fuerzas gubernamentales sirias y Rusia se concentran en la amplia operación iniciada a mediados de febrero contra Guta Oriental, en donde se encuentra el último bastión de la oposición más cercano a Damasco.

Luego de más de tres semanas de ofensiva el régimen retomó el control de más del 70% del bastión rebelde, al costo de numerosas víctimas civiles.

Los bombardeos diarios sobre el enclave han dejado a unos 1.250 civiles muertos, de los cuales más de 250 menores, y 4.800 heridos, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

El enclave está sitiado desde 2013 y la ofensiva del régimen logró separarlo en tres sectores. El jueves más de 12.000 civiles huyeron de Hamuriya y otras localidades del sur, según el OSDH.

La AFP constató que miles de civiles huían el jueves de Hamuriya y sus alrededores, a pie, en vehículos o en moto, en dirección de las zonas controladas por el régimen sirio. “Hamuriya está ya casi vacía”, dijo uno de ellos.

El régimen toma el control de Hamuriya

Por la tarde el OSDH indicó que las fuerzas sirias, que ingresaron en Hamuriya el miércoles por la noche, lograron tomar el control de toda la ciudad “luego de que se retirasen los combatientes” rebeldes de Faylaq al Rahman.

Se prevé que al menos 13.000 personas dejen Hamuriya para el final del día,
dijo por su parte un portavoz del Centro ruso para la reconciliación, el general Vladimir Zolotujin, citado por las agencias rusas.

Según Zolotujin un promedio de 800 personas por hora utilizan el corredor humanitario para dejar la zona.

Rusia afirmó que continuaría apoyando a las fuerzas de Damasco en su ofensiva.

“Seguiremos combatiendo a los terroristas, los venceremos”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov, en Moscú.

El miércoles por la noche Hamuriya fue violentamente bombardeada, constató la AFP.

Un médico de la zona indicó que los socorristas no podían auxiliar a las víctimas por la intensidad de los bombardeos.

“Los heridos están en las carreteras. No podemos moverlos. Los aviones apuntan contra todo lo que se mueve”, dijo el médico Ismail al Jatib. “No sabemos qué pasó con las familias que huyeron durante los bombardeos”.

El jueves la Agence France-Presse constató los daños causados, edificios derrumbados por los bombardeos y escombros en las calles.

Ayuda humanitaria en Guta

En el sector norte del enclave, en donde está la ciudad de Duma, controlada por el grupo Jaish al Islam, la “situación se estabilizó considerablemente”, afirmaron el miércoles las fuerzas rusas.

Un convoy con ayuda humanitaria para la población de Duma ingresó este jueves al enclave, indicó un portavoz en Siria del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

Se trata de un convoy conjunto del CICR, de la Media Luna Roja siria y de la ONU, integrado por 25 camiones con 5.200 paquetes de alimentos y 5.220 sacos de harina para 26.100 personas, según esta fuente.

Según un corresponsal de la Agence France-Presse las operaciones de descarga tuvieron que interrumpirse por la caída de obuses cerca del lugar.

Afrín, objetivo de Ankara

En tanto, en el noroeste de Siria, las fuerzas turcas y sus aliados sirios estrecharon el cerco en Afrin, ciudad del enclave kurdo del mismo nombre.

Ankara busca expulsar de ese sector a la milicia kurda YPG, que califica de “terrorista” y que estuvo aliada a la coalición internacional en el combate contra los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI).

Las milicias proturcas capturaron más del 70% del enclave. Un miembro de la YPG, Rezan Hedo, dijo temer una “masacre” si lanzan una ofensiva contra la ciudad.

El miércoles las fuerzas turcas lanzaron bombardeos aéreos en Afrin y 10 civiles murieron, entre ellos cuatro niños, según el OSDH.

El único camino de salida de Afrin es desde hace tres días bombardeado.