El ejército sirio suspendió este viernes la operación de evacuación de rebeldes y civiles de la ciudad de Alepo, donde todavía hay miles de personas que viven en condiciones dramáticas, hacia las zonas bajo control insurgente.

Por su lado, el presidente ruso Vladimir Putin, principal apoyo del gobierno sirio, declaró que la “próxima etapa” en Siria será “un alto el fuego en el conjunto del territorio”, para lo cual Rusia negocia con la oposición armada a través de Turquía.

La operación de evacuación, que había continuado durante toda la noche y entraba este viernes en su segundo día, fue “suspendida porque los hombres armados no respetaron las condiciones del acuerdo”, dijo a la AFP una fuente de seguridad siria.

Hacia las 11:00 (06:00 hora de Chile) se escucharon ruidos de disparos y explosiones en Ramusa, por donde transitan los evacuados de los últimos barrios del este de Alepo aún controlados por los rebeldes.

Los autobuses abandonaron el lugar vacíos.

Los rebeldes se marcharon con sus rehenes“, miembros favorables al gobierno, afirmó otra fuente del régimen, para explicar la suspensión.

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) confirmó la suspensión y pidió “a todas las partes que hagan lo necesario para que la operación se reanude en condiciones normales”.

Antes del anuncio de la suspensión, una portavoz del CICR, Ingy Sedky, había dicho que la evacuación iba a continuar el tiempo necesario.

La evacuación “continuará el tiempo que sea necesario para que la gente que lo desea pueda partir”, afirmó Ingy Sedky.

Durante toda la noche, ambulancias y autobuses siguieron trasladando gente desde los barrios del este de Alepo, bajo control rebelde, hacia los sectores rurales de la provincia de Alepo controlados por los insurgentes.

Unas 6.000 personas ya salieron de Alepo, entre ellos 250 heridos, dijo a la AFP Ahmad al Dbis, jefe de una unidad de médicos y voluntarios que coordina la evacuación de los heridos, antes de la suspensión.

“Para nosotros es difícil saber exactamente cuántas personas abandonaron Alepo hasta ahora, pero habrá una evaluación al final de la operación”, dijo por su parte Sedky.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) estimó por su parte que ya fueron evacuadas unas 8.500 personas, entre ellas 3.000 combatientes.

Los medios oficiales sirios dieron cuenta por su lado de unos 8.000 evacuados.

La evacuación se lleva a cabo sobre todo en los autobuses y ambulancias del gobierno, pero además muchos residentes salieron de Alepo en su propio vehículo, dijo a la AFP Ahmad al Dbis.

“Muchas familias llegan con sus pertenencias en camionetas” a los puntos de salida, dijo Al Dbis, en Jan al Assal, en la provincia de Idlib, a donde son conducidos los evacuados.

“Luego de ahí van hacia los campos de acogida de desplazados o a la casa de amigos o familiares”, agregó Al Dbis.

El gobierno del presidente sirio Bashar al Asad espera el fin de la evacuación pactada con los rebeldes para proclamar oficialmente la victoria total en Alepo, la más importante desde el inicio de la guerra civil en 2011.

Tras un sitio de cuatro meses, el ejército sirio, apoyado por la aviación rusa, lanzó el 15 de noviembre una gran ofensiva que al cabo de 30 días le permitió recuperar prácticamente todos los barrios del este de Alepo que la rebelión controlaba desde 2012.

La provincia de Idlib, adonde van los evacuados, vecina de la provincia de Alepo, es el último bastión de la rebelión.

Además de Idlib, los rebeldes controlan la mayoría de la provincia meridional de Deraaa y algunas zonas dispersas y sitiadas por el ejército cerca de Damasco.

El emisario de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, estimó que aún quedan unos 40.000 civiles y entre 1.500 y 5.000 combatientes en el último reducto rebelde en Alepo.

Idlib puede convertirse en “el próximo Alepo” si “no hay un acuerdo político y un alto el fuego”, declaró Staffan de Mistura.

Asad afirmó por su lado que los sirios “escribían la Historia” con la “liberación” de la ciudad.

En Tokio, Putin dijo que había acordado en una conversación telefónica con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan “proponer a las diferentes partes del conflicto un nuevo lugar para las negociaciones de paz”.

“Podría ser la capital de Kazajistán, Astana”, dijo Putin.

Este viernes, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá para discutir sobre un eventual envío de observadores internacionales encargados de supervisar la evacuación.

La guerra civil siria, un conflicto muy complejo con múltiples beligerantes apoyados por potencias regionales o internacionales, causó desde 2011 la muerte de más de 310.000 personas.