Rusia convocó al embajador de Alemania en Moscú tras la filtración de un audio en el que militares alemanes abordan temas ligados a la guerra en Ucrania.

Este lunes el representante diplomático alemán en Rusia, Alexander Lambsdorff, fue citado por el gobierno ruso a sólo días de la divulgación del audio.

Según consignó Europa Press, el embajador llegó hasta el ministerio de Exteriores de Rusia aunque por el momento no han trascendido mayores detalles sobre la cita.

De acuerdo a la citada agencia, en el audio -cuya vericidad fue confirmada por fuentes del ministerio de Defensa alemán- se escucha a altos mandos de la Fuerza Aérea de Alemania discutiendo la opción de un eventual envío de misiles alemanes Taurus a Ucrania.

Se trata de proyectiles que, hasta ahora, Berlín ha rechazado suministrar a Kiev para así no verse involucrado de forma directa en el conflicto con Rusia.

En la secuencia se oye a los uniformados conversar además acerca del entrenamiento de soldados ucranianos y de posibles objetivos militares rusos.

A su vez, en el audio se menciona que los ingleses tienen “unas cuantas personas sobre el terreno”, en alusión a los misiles Storm Shadow entregados por el Reino Unido a Ucrania.

Junto con calificar la filtración del registro como “muy grave”, el canciller alemán, Olaf Scholz, aseveró que hará todo lo posible para acelerar la investigación sobre lo sucedido.

“Hay que aclarar esto con mucho cuidado, con mucho interés y con mucha rapidez. Eso es lo que hace falta”, puntualizó.

Si bien Dimitri Peskov, portavoz del Kremlin, se mostró confiado en que las declaraciones de Scholz permitan aclarar lo ocurrido, aseveró que el audio demostró que las Fuerzas Armadas alemanas han discutido la posibilidad de lanzar un ataque en territorio ruso.

“Tenemos que averiguar si las Fuerzas Armadas está haciendo esto por iniciativa propia. La pregunta es cómo de controladas están las Fuerzas Armadas alemanas y hasta qué punto el señor Scholz controla todo esto”, puntualizó.

Cabe señalar que desde el ministerio de Exteriores de Alemania aseguraron que la cita estaba programada desde hace un tiempo, desmintiendo que el audio motivara la reunión.