Italia, que fue el primer epicentro en Europa de la pandemia del nuevo coronavirus en la pasada primavera boreal, superó este lunes los 50.000 muertos por covid-19, según el balance de las autoridades sanitarias.

El país registró el lunes 630 nuevas muertes en las últimas 24 horas, lo que eleva a 50.453 el número total de personas fallecidas, incluidas 15.000 desde el 1 de septiembre, de más de 1,4 millones de casos positivos.

El pico de decesos en un solo día se remonta al 27 de marzo (969), cuando todo el territorio estaba confinado.

Con algo más de 60 millones de habitantes, Italia es el sexto país que acumula al menos 50.000 muertos, por detrás de Estados Unidos, Brasil, India, México y Reino Unido, de acuerdo con un recuento de la Agence France-Presse.

La península está actualmente dividida en diferentes zonas en función de la situación epidemiológica: roja, naranja y amarilla.

Aunque las medidas de restricción adoptadas después del respiro estival -toque de queda, cierre anticipado de bares y restaurantes, cierre de gimnasios, museos y otras- parecen empezar a dar sus frutos, el ministro de Salud, Roberto Speranza, advirtió el fin de semana que “sería un grave error bajar la guardia”.

Italia sufre las consecuencias de su demografía, con una población entre las más envejecidas del mundo, y de las carencias de su sistema de salud, en particular en el sur.

Según Eurostat, el país cuenta con la edad promedio más elevada de la Unión Europea, en 46,3 años (estadísticas de 2018), frente a 43,1 años en los 27 Estados miembro.

La presión en las unidades de cuidados intensivos sigue además siendo fuerte desde la primera ola. A pesar de que se ha aumentado el número de camas, sigue faltando personal cualificado en los hospitales.

Según las últimas cifras del ministerio de Salud publicadas el domingo, hay 34.279 personas enfermas de covid-19 y hospitalizadas (+234 en un día) en el país, así como 3.801 nuevos enfermos en cuidados intensivos (+43 en un día).