Decenas de miles de personas manifestaron este domingo en Minsk, capital de Bielorrusia, en una nueva marcha de protesta contra la reelección de Alexander Lukashenko, a pesar de la represión policial que dio lugar a unas 160 detenciones.

Vestidos de rojo y blanco, los colores de la oposición, los manifestantes marcharon por la avenida de los Vencedores y se dirigieron hacia el Palacio de la Independencia, la residencia de Lukashenko, en el norte de la capital.

Desde la cuestionada reelección de Lukashenko, el 9 de agosto, se celebran cada domingo manifestaciones de histórica magnitud exigiendo la salida del jefe de Estado, en el poder desde hace 26 años.

Las manifestaciones tuvieron lugar a pesar del gran despliegue policial con blindados, cañones de agua y decenas de agentes, que realizaron más de 100 detenciones en la capital y más de 50 en ciudades de provincia, en particular en Brest, Grodno y Gomel, según la oenegé de defensa de los derechos humanos Viasna.

Las imágenes difundidas por la noche mostraron a oficiales de policía llevándose a veces de manera brutal a manifestantes hacia los furgones de las fuerzas de seguridad.

En Brest (suroeste), la policía usó gases lacrimógenos y un agente lanzó una granada ensordecedora contra la multitud, según el ministro del Interior.

En Minsk, el desfile se realizó a pesar de todo en un ambiente festivo, con los manifestantes coreando “¡Limpieza!”, en alusión al presidente.

“Estando unidos y presionando permanentemente podremos librarnos de Lukashenko”, afirmó a la AFP Valeri Kuptsevich, un jubilado de 72 años.

Igualmente se lanzaron consignas contra el presidente ruso Vladimir Putin, principal apoyo de Lukashenko en esta crisis que sacude a Bielorrusia desde hace un mes y medio.

“¡Putin, saca tu tenedor de la patata bielorrusa!”
, gritaron los manifestantes, en referencia a una de las producciones agrícolas emblemáticas de esta exrepública soviética.

“Empecé a odiar a Putin, cuando antes le veía positivamente”, contó Maxim Karpov, un manifestante de 33 años.

La víspera, la policía dispersó brutalmente una manifestación de mujeres: 415 personas fueron arrestadas en Minsk, según el ministerio, y 15 en otras ciudades. La mayoría fue después puesta en libertad, de acuerdo con esta fuente.