Tras un operativo policial matutino, las calles y estacionamientos cercanos a las ruinas del campamento incendiado de Moria, en la isla griega de Lesbos, se vaciaban progresivamente el jueves de miles de migrantes que dormían al aire libre desde hace una semana, y 5.000 ya están en el nuevo lugar que se les ha asignado, según las autoridades.

“Estábamos libres y ahora vamos a ser encerrados de nuevo”, lamentó ante la Agence France-Presse Mustafa, refugiado sudanés.

“Aunque uno no quiera ir al campamento, nos forzarán”, dice Abdul Sabu, migrante afgano. “Debemos ir allí, de lo contrario nuestra demanda de asilo será rechazada”, agregó su compatriota Fahim Sharifi.

Miles de exiliados, en la calle desde el incendio que destruyó Moria en la noche del 8 al 9 de septiembre, fueron despertados por la policía para ser trasladados al nuevo campamento, “provisional” según las autoridades.

Los miles de migrantes erraban por las carreteras de Lesbos tras el incendio.

Al mediodía, varios cientos de personas esperaban delante del nuevo campamento, constató una periodista de la AFP.

Los migrantes, cargados con bultos, algunos con cochecitos, otros arrastrando cajas llenas de objetos, entraban al recinto, donde debían pasar una prueba de diagnóstico de covid-19.

La policía, que bloqueó el acceso a la zona a Médicos Sin Fronteras (MSF) y los periodistas, comenzó a pasar carpa por carpa, despertando a los migrantes, para llevárselos.

“Los migrantes son transferidos de la calle a la nueva estructura, del abandono a la atención médica, de los riesgos sanitarios al control de la salud pública”, dijo el ministro de Protección Civil, Michalis Chrysochoidis, presente durante la operación.

Hasta ahora 5.000 migrantes se encontraban en el nuevo campamento, de los cuales 135 dieron positivo al coronavirus, indicó el jueves en la tarde el ministro de Migraciones Notis Mitarachi.

Se necesitarán “unos días” para trasladar a los otros 7.000, declaró el ministro a la prensa frente al campo. Esta iniciativa “responde a fines humanitarios” y “continuará” durante todo el día, añadió el ministro.

Ocho organizaciones no gubernamentales (ONG’s) lamentaron que no se está dando ayuda jurídica en el nuevo campamento, pese al reinicio de los procedimientos de demanda de asilo y las entrevistas para este fin por teleconferencia.

“Ni los demandantes de asilo ni las organizaciones de apoyo jurídico tienen por ahora informaciones sobre la infraestructura”, subrayaron las ONG.

Unas 70 mujeres policía participaban en la operación. En unos videos difundidos por la policía, se ven a mujeres en uniforme blanco que hablan con familias y refugiadas.

Agotados

Moria, el mayor campo de migrantes de Europa, creado hace cinco años en plena crisis migratoria, quedó totalmente devastado por el incendio. Seis jóvenes migrantes afganos fueron detenidos, cuatro de ellos inculpados por “incendio voluntario”.

Las autoridades griegas y la ONU construyeron desde el sábado un nuevo campo donde, según ellos, los procedimientos de asilo podrán retomarse. Pero al principio la mayoría de migrantes se negaban a instalarse en el nuevo recinto porque temían quedarse bloqueados durante meses a la espera de un posible traslado hacia al continente u otro país europeo.

Sin embargo, tras una semana de errar a la intemperie bajo un sol abrasador, sin baños, los migrantes empezaron a dirigirse hacia estas instalaciones.

El miércoles por la noche se instalaron 1.000 carpas, con una capacidad cada una de 8 a 10 personas. En el recinto, todavía tienen que construirse zonas médicas y están previstas dos áreas de cuarentena, puesto que se han registrado varios casos de covid-19.

El objetivo de este nuevo campo, “provisional”, es que los refugiados “puedan, progresiva y tranquilamente, dejar la isla e ir a Atenas” o “ser reinstalados en otro lugar”, indicó el miércoles el representante de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) en Grecia, Philippe Leclerc.

“ACNUR pide a las autoridades (griegas) que aceleren los procesos (de solicitud de asilo) para que la gente no se quede mucho tiempo aquí”, agregó.

Michalis Chrysochoidis estimó, por su parte, que la mitad de los migrantes de Lesbos podrán salir de la isla “de aquí a Navidad” y el resto, “en torno a Pascua”, es decir a principios de abril.