La policía usó gases lacrimógenos contra solicitantes de asilo que protestaban tras pasar cuatro días a la intemperie, después de que el campo de migrantes de Moria, el mayor de Europa, se viera devastado por varios incendios.

La tensión aumentó este sábado en la isla griega de Lesbos, donde la policía usó gases lacrimógenos contra solicitantes de asilo que protestaban tras pasar cuatro días a la intemperie, después de que el campo de migrantes de Moria, en el que vivían hacinados, se viera devastado por varios incendios.

Miles de migrantes, entre ellos menores y madres con niños muy pequeños, están durmiendo al aire libre desde el miércoles y los esfuerzos dentro y fuera de Grecia para encontrar refugio temporal para las más de 11.000 personas aún no dan fruto, indicaron organizaciones de derechos humanos.

Este sábado, hubo enfrentamientos entre la policía antidisturbios y los migrantes cerca del lugar en el que las autoridades griegas están preparando tiendas de campaña para acoger lo antes posible a los migrantes más vulnerables.

La policía respondió con gases lacrimógenos a las piedras lanzadas por los migrantes, la mayoría de ellos muy jóvenes.

Algunos migrantes tuvieron que ser trasladados al hospital por problemas respiratorios tras aspirar el gas lacrimógeno, según testigos.

“Mientras miles de personas duermen en las colinas alrededor de Moria o en las calles, las tensiones entre los residentes locales, los solicitantes de asilo y la policía van en aumento”, lamentó este sábado la ONG Human Rights Watch en un comunicado.