Las elecciones de la región de Andalucía en diciembre pasado tuvieron un fuerte remezón en la política nacional de España, la ultraderecha había irrumpido con fuerza, un fenómeno que el país no había registrado hasta ese momento, a diferencia del resto de Europa, como Alemania o Italia, en este último incluso forman parte del gobierno.
El discurso de Vox (Voz en latín) ha captado la atención de un electorado molesto con la política tradicional, con un discurso centrado en el nacionalismo español, rechazando la migración ilegal, el concepto de violencia de género y que asegura busca recuperar los valores tradicionales de España.
El director de la oficina en Madrid del Consejo Europea de Relaciones Exteriores, Ignacio Torreblanca, destacó que el partido ha sido capaz de recoger la molestia de una parte de la ciudadanía y de un vacío dejado por otros partidos tradicionales.
“Vox es en este momento el partido que ofrece hacerse cargo del estado de ánimo de todos aquellos hartos a la vez del nacionalismo catalán y de la superioridad moral de la izquierda y sus causas. ¿Cuántos millones están hartos de las dos cosas? El domingo lo comprobaremos”, publicó Torreblanca en una columna del diario español El Mundo.
“El PSOE no defiende hoy la identidad nacional con el mismo énfasis que defiende el feminismo, la lucha contra el cambio climático y la pobreza infantil o la memoria histórica. En política, no existe el vacío, y los espacios vacíos se llenan”, agregó.
El partido se ha apoyado en la crisis independentista en Cataluña y la crisis migratoria en Europa para subir sus niveles de popularidad, además de los casos de corrupción en los partidos tradicionales de España, especialmente del conservador Partido Popular.
Para ello diseñaron una campaña en la que llenaron anfiteatros por todo el país, y aplicaron la táctica mediática de Donald Trump o el presidente brasileño Jair Bolsonaro: atacaron a los principales medios, y privilegiar las redes sociales.
El líder del partido, Santiago Abascal, cerró la campaña electoral el viernes afirmando que ellos representaban el “voto por España” mientras que sus opositores (PSOE, Podemos e independentistas), eran los “anti-España”, palabra usada por los sublevados contra la II República y la dictadura de Francisco Franco contra la oposición democrática.
“Elegimos o la anti-España o la España viva y no vamos a permitir ni la destrucción ni el suicidio de España”, ha recalcado.
Contra política de género
La formación quiere también expulsar a los inmigrantes ilegales, recela del islam, se opone al matrimonio homosexual, la eutanasia y el aborto, y fustiga el feminismo de la izquierda. En ese sentido rompió el consenso político criticando la ley contra la violencia machista, que según dice “criminaliza” al varón.
“Muchos hombres están padeciendo calabozos por una simple denuncia y ya es una práctica en los divorcios”, declaró Abascal en una entrevista con la cadena La Sexta.
Por esta razón, una de sus principales propuestas es reemplazar la ley de violencia de género por una de violencia intrafamiliar. “Hay mucha gente que está de acuerdo con nosotros y no acepta los mantras progres”, señalan desde la formación.
“Estamos en un totalitarismo en el que no se puede discrepar de temas como violencia machista, inmigración o la ley LGTBI”, agregó Abascal.
La afirmación de Vox de que habría miles de denuncias falsas cada año se ve cuestionada por un dato de la fiscalía general: desde 2009, la proporción de condenas por denuncia falsa ha sido un 0,007% del total.
En una columna de opinión publicada en la Web del partido, la vicesecretaria de Movilización del partido, Alicia Rubio, afirma que “gran parte de las denuncias de violencia de género no tienen fundamento ni base real. Son llamadas ‘instrumentales’, para conseguir ventajas en los procesos de divorcio.
Incluso, en la misma columna, Rubio niega la existencia de la “brecha salarial por género”, pidiendo que el Estado no se encargue de esta situación porque “no existe”.
“En VOX negamos la existencia de la brecha salarial de género (que cambia según los días y no se explica de dónde salen tales datos) al contrastarla con unos simples datos: Hay más de 18 millones de trabajadores en activo en España, tres millones son funcionarios y no hay brecha de género, tres millones son autónomos y no hay brecha de género, tres millones son contratos temporales pagados por horas y no hay brecha de género”, reclama.
La declaración de Vox se ve cuestionada por los datos, de acuerdo a la OCDE la brecha entre hombres y mujeres en salarios es del 11,5% en igualdad de condiciones, aunque el promedio de la organización es de 11,5% y de la Unión Europea de un 18,1%.
El resultado de Vox este domingo es una incógnita para gran parte de España, según las últimas encuestas lograría entre un 11% a 14% de los votos, obteniendo entre 26 a 35 escaños en el Congreso, los suficientes para negociar un eventual gobierno de derecha con Ciudadanos y el Partido Popular, pero sobre todo representa un crecimiento sustancial en comparación a lo logrado en 2016 (0,2%).
