El presidente Donald Trump dijo el martes que Estados Unidos prioriza su buena relación con Arabia Saudita aunque el líder de facto saudita, el príncipe heredero Mohamed bin Salmán, pueda estar vinculado con el brutal asesinato del periodista disidente Jamal Khashoggi.

“Bien podría ser que el príncipe heredero tuviese conocimiento de este trágico evento, ¡quizás lo tenía y quizás no!”, dijo Trump en un comunicado.

“Quizás nunca sepamos todos los hechos relacionados con el asesinato del señor Jamal Khashoggi. En cualquier caso, nuestra relación es con el Reino de Arabia Saudita”, del cual “Estados Unidos tiene intención de seguir siendo un socio firme”, aseguró.

El ministro turco de Relaciones Exteriores, Mevlut Cavusoglu, afirmó sin embargo durante una visita a Washington que los responsables de ordenar la muerte del periodista deben “rendir cuentas”. “Es nuestro objetivo”, señaló, aunque aún hay “preguntas sin respuesta”, según dijo, horas después de la declaración de Trump.

El asesinato de Khashoggi, quien desapareció tras ir al consulado saudita en Estambul el 2 de octubre, dañó la imagen del reino y de MBS, como todos conocen al poderoso príncipe heredero, considerado como un agente de modernización de ese estado islámico conservador.

La muerte del periodista, que vivía en Estados Unidos y escribía para el Washington Post, también puso en tela de juicio la estrategia de la Casa Blanca para hacer del hijo del rey saudita su principal aliado en la inestable región.

Durante semanas, Trump se ha resistido a aceptar pruebas crecientes de la participación del gobierno saudita en el crimen, así como acusaciones de que MBS lo ordenó.

Pero luego de que el New York Times informara que la CIA concluyó que el príncipe estuvo involucrado, la pregunta era si Trump castigaría a su socio saudita o encontraría una manera de dejar pasar el hecho.

En su declaración, difundida por la Casa Blanca, Trump tomó la última opción, destacando que la relación entre Estados Unidos y Arabia Saudita era más importante que la posible participación de MBS en el crimen.

Trump dijo que tanto el príncipe como el rey “niegan vigorosamente cualquier conocimiento de la planificación o ejecución del asesinato del señor Khashoggi” y enumeró las razones de la alianza estratégica entre Washington y Riad.

Arabia Saudita proporciona ayuda crucial en la lucha contra el enemigo común Irán y el combate contra el “terrorismo islámico radical”
, y comprometió 450.000 millones de dólares en contratos de armas estadounidenses y otras inversiones. Además, Riad, primer exportador mundial de petróleo, ha ayudado a mantener bajos los precios del crudo, dijo Trump.

“Estados Unidos tiene la intención de seguir siendo un socio firme de Arabia Saudita para garantizar los intereses de nuestro país, Israel y todos los demás socios de la región”, afirmó.

Trump reconoció la presión del Congreso para que Estados Unidos sancione a MBS y tome otras medidas contra autoridades sauditas. “Consideraré las ideas que se me presenten, pero solo si son acordes con la seguridad absoluta de Estados Unidos”, dijo.

El Washington Post respondió que Trump había puesto “las relaciones personales y los intereses comerciales por encima de los intereses estadounidenses”.

“Es un socio importante”

Bastante después de conocerse pruebas sólidas de que Khashoggi, crítico de MBS, había sido asesinado en el consulado de Estambul, la Casa Blanca insistió en que era demasiado pronto para saberlo.

El jueves pasado, el fiscal general saudita anunció el arresto de 21 sospechosos del crimen y cargos contra 11, entre ellos cinco que pueden enfrentar la pena de muerte. Al mismo tiempo, Washington aplicó sanciones económicas contra 17 sauditas supuestamente involucrados, incluidos dos asesores principales del príncipe.

Ni Riad ni Washington mencionaron a MBS.

Los medios de comunicación estadounidenses reportaron que la CIA había concluido con “alta certeza” que el príncipe heredero había ordenado el asesinato.

Pero este martes Trump aseguró que la CIA no había encontrado “nada definitivo”. “La CIA miró el asunto. No tienen nada definitivo”, dijo a periodistas.

John Brennan, ex director de la CIA y feroz crítico de Trump, le respondió en Twitter y pasó la posta al Congreso.

“Dado que el señor Trump se destaca en deshonestidad, ahora depende de los miembros del Congreso obtener y desclasificar los hallazgos de la CIA sobre la muerte de Jamal Khashoggi”, tuiteó.

La senadora opositora Jeanne Shaheen dijo que la maniobra de la Casa Blanca demostró “el hábito del presidente Trump de ponerse del lado de dictadores extranjeros asesinos por encima de los profesionales de la inteligencia estadounidense”.

Pero el secretario de Estado, Mike Pompeo, coincidió con Trump, indicando que la relación de Washington con los sauditas está por encima del cruento asesinato.

“Este es un mundo malo y desagradable, Medio Oriente en particular”, dijo a periodistas.

“Es obligación del presidente, de hecho también del Departamento de Estado, garantizar que adoptemos políticas que promuevan la seguridad nacional de Estados Unidos. Como dijo hoy el presidente, Estados Unidos continuará teniendo una relación con el Reino de Arabia Saudita. Es un socio importante nuestro”.