El candidato Jair Bolsonaro, favorito en las encuestas de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil, negó el jueves ser un dirigente de ultraderecha y se declaró “admirador” del presidente estadounidense Donald Trump, en Rio de Janeiro.

“No soy de extrema derecha. Díganme un acto mío que sea de extrema derecha”, dijo Bolsonaro en su primera conferencia de prensa después de la primera vuelta del domingo pasado, en la que obtuvo 46% de los votos, frente a 29% del izquierdista Fernando Haddad.

“Cuando hablé de la cuestión de la migración, (es porque) no podemos tener un país con fronteras abiertas”, explicó, en un punto que lo acerca al mandatario republicano.

“Soy un admirador del presidente Trump. Él quiere un Estados Unidos grande; yo quiero un Brasil grande”, agregó.

Bolsonaro se destacó a lo largo de su carrera por un discurso autoritario y su admiración de la dictadura militar (1964-1985).

Según la primera encuesta realizada tras la celebración del primer turno electoral el domingo, un 46% de los católicos apoya a Bolsonaro frente al 40% de Haddad. Entre los evangélicos, Bolsonaro tiene el 60% y Haddad el 25%.