Los pequeños, de 3 y 4 años, dieron positivo en cocaína y marihuana luego de las pruebas realizadas por las autoridades de Utah.

El objetivo de sus padres, Jacob Sickler y Katie Blackham era mantenerlos callados y quietos al interior de su vivienda, donde las condiciones de vida eran complejas para los dos infantes.

Fueron meses de seguimiento hecho por la policía de Draper, luego de los informes proporcionados por la División de Servicios para Niños y Familias. (DCFS) La historia fue difundida en varios medios estadounidenses, entre estos KJZZ.

Algunos familiares de la pareja se encargaron de elevar la voz de alarma a las autoridades, luego de ver a los menores mal alimentados, con bajo peso y sucios todo el tiempo.

“Varios miembros de la familia le informaron al DCFS que estaban preocupados por el bienestar de dos menores”, consignan los documentos judiciales.

Sickler y Balckham, según reportes policiales, consumían drogas frente a sus hijos y además hacía a ellos consumirlas, en un ambiente que se volvía para ellos una forma de vida “normal”. Sin embargo, los vecinos también ya tenían en la mira a estos padres y han contribuido con sus testimonios para determinar los abusos cometidos contra los pequeños.

Al parecer, el alimento proporcionado a los menores, a base de marihuana, venía en unos brownies que los mismos acusados fabricaban. Se jactaban de tener una fábrica establecida para su elaboración y distribución por varias zonas de Utah. De ahí, que en lugar de una dieta digna y balanceada, proporcionaran estupefacientes a sus hijos.

KJZZ | Utah
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Un historial de drogas y abusos

El consumo y fabricación de drogas, la falta de alimentación adecuada y la suciedad entre la que vivían los menores de edad, fueron el detonante para poner bajo arresto a la pareja.

El descuido y desamor a sus hijos, antes de ser descubiertos, fue parte de su forma de vida. La niña de 3 años había sufrido fractura en una de sus piernas, varios meses atrás, pero esta pareja decidió llevarla al médico 48 horas después y ante las presiones de otros miembros de la familia, que ya le daban seguimiento a una conducta anormal en contra de los niños.

El pasado 22 de agosto, sin embargo, la vida de los pequeños cambió. Su entorno de drogas y consumo de estas, entre las que figura la cocaína, fue sustituida por un hogar de acogida del estado. La idea es desintoxicarlos y buscarles un hogar sustituto.

Una corte, mientras tanto, que emitió la orden de arresto para los padres el pasado 22 de agosto, tiene pendientes citarlos para que respondan por sus delitos. Ellos enfrenta cargos por poner en peligro a un niño y dos cargos de abuso infantil.

Por el momento guardan prisión en la prisión del condado Salt Lake, a la espera de su comparecencia ante la justicia.

KJZZ | Utah
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