¿Cuántos calificativos negativos se han atribuido al amor? ¿Que puede ser tonto? ¿Posesivo? ¿Peligroso?…

Pues Eric Abramovitz conoció todos ellos.

En 2013 el joven era un sobresaliente clarinetista canadiense que tocaba el instrumento desde los 7 años, mientras soñaba con estudiar en el Conservatorio de Música Colburn de Los Ángeles, en Estados Unidos, bajo la tutela del prestigioso profesor Yehuda Gilad.

Eric Abramovitz | New York Times
Eric Abramovitz | New York Times

No era para menos. Gilad, quien ha trabajado con talentos de la talla de los maestros Sergiu Celibidache y Leonard Bernstein, sólo acepta uno o dos estudiantes cada año. Quienes lo logran tienen el futuro casi asegurado, ya que el 80% de ellos consigue importantes puestos en las orquestas de Norteamérica.

Desde luego, para Abramovitz habría sido una alegría tremenda enterarse de que su postulación a esta casa de estudios había sido aceptada… de no ser porque nunca llegó a saberlo. Temerosa de que el joven se apartara de ella, su novia accedió a su correo electrónico y respondió en su nombre rechazando la oferta. Luego elaboró una falsa carta de rechazo a nombre del conservatorio y la envió al correo de su novio.

La beca anulada por Jennifer Lee, quien entonces apenas llevaba un mes involucrada sentimentalmente con el músico, no era menor. Además de cubrir las cuotas de sus estudios, también incluía un ítem para su manutención, comida y otros gastos, detalla el diario estadounidense New York Times.

“Fue un acto realmente perverso”, indicó el juez D.L. Corbett en un fallo emitido esta semana, donde ordena a Lee pagar 375 mil dólares canadienses (casi 180 millones de pesos chilenos) a su ex como indemnización por daños y costas legales.

Pero, ¿cómo se enteró Abramovitz del engaño?

Aunque se quedó a terminar sus estudios en la Universidad McGill de Montreal -e incluso rompió su relación con Lee tiempo después- el joven volvió a la carga en 2016, viajando hasta California para audicionar por segunda vez.

Gilad estaba confundido. ¿No era este el joven que había rechazado trabajar con él?

Para indignación de Abramovitz, el profesor le confirmó que la dirección de Gmail “giladyehuda09” no era suya. A su vez, el estudiante leyó estupefacto la carta de rechazo a su nombre que nunca escribió.

“Estaba tan impactado como furioso de que alguien se hubiera hecho pasar por mí. Jamás había visto nada como esto. Me siento muy frustrado porque un músico tan talentoso como Eric haya sido víctima de un acto tan impensable e inmoral”, declaró Gilad en el texto de la acción legal.

“Me cuesta creer que alguien no tenga una abrumadora carga de culpa después de haber traicionado y mentido a alguien como hizo ella”, indicó a su vez Abramovitz.

Y el juez estuvo de acuerdo. Además de concederle la indemnización, fue claro en su sentencia. “Deberá pagar por haber destrozado los sueños de alguien que confiaba en ella”, aseveró.

Jennifer Lee no respondió al requerimiento legal ni tampoco ha podido ser ubicada por los medios, por lo que ni siquiera está claro si Abramovitz recibirá algo de la compensación económica. Por fortuna, su carrera va en ascenso, ya que tras tocar para la Orquesta Sinfónica de Nashville, volverá a casa tras ser recientemente contratado por la Orquesta Sinfónica de Toronto.