Videos que han sido compartidos por medio de RRSS muestran a un grupo de residentes de Wajima, ciudad japonesa gravemente afectada tras el terremoto de magnitud 7,6 que ocurrió este pasado 1 de enero, escapando de un alud que arrasó con varias edificaciones.

Equipos de rescate protagonizaron hoy una carrera contrarreloj para encontrar a los que probablemente sean los últimos supervivientes del terremoto que sacudió el lunes el centro de Japón y que ha dejado al menos 82 muertos y 79 desaparecidos.

La prefectura de Ishikawa, en la franja occidental del centro de la isla de Honshu (la principal del país), fue donde se produjo el seísmo y a día de hoy concentra los principales daños y todos los fallecidos y desaparecidos reportados por las autoridades locales.

Localidades como Wajima (27.000 habitantes) fueron hoy el principal foco de militares y equipos de rescate, puesto que hoy se cumplieron 72 horas desde el temblor de 7,6 grados que tuvo su epicentro a pocos kilómetros de ambas urbes.

El primer ministro nipón, Fumio Kishida, pidió hoy “el máximo esfuerzo” para tratar de hallar personas con vida en esta región.

Wajima por sí sola suma 48 fallecidos y 36 desaparecidos, mientras que 23 perdieron la vida en Suzu y 32 de sus vecinos siguen en paradero desconocido.

Y es en esta misma zona en donde se reportó un terrible movimiento de tierra que arrasó con varias edificaciones a su paso, ante la mirada asustada de los residentes del lugar.
En el video se oye a una persona gritar “se está desmoronando”, “no me lo puedo creer” y “¡de prisa, de prisa madre, corre, ven aquí!”, mientras se ve a otra huyendo del desplazamiento de tierra.

Carreteras destruidas tras terremoto en Japón

Los problemas de acceso son el otro gran problema para los rescatadores y la población, ya que solo en estos dos municipios hay 750 personas aún incomunicadas debido a que el terremoto destruyó infinidad de carreteras y caminos.

Un navío militar ha logrado desembarcar maquinaria pesada en Wajima para que se empiecen a reparar estas vías, según informó la agencia Kyodo.

Los expertos han alertado además de réplicas durante toda esta semana y la siguiente que podrían ser de gran intensidad, además de advertir que las lluvias que están azotando la zona podrían provocar deslizamientos de tierra y dificultar aún más las tareas de rescate.

A día de hoy el número de heridos supera en Ishikawa los 300, entre lesiones graves y leves, al tiempo que en toda la prefectura, donde se calcula que se derrumbaron más de 200 construcciones, permanecen en centros de evacuación unas 34.000 personas.

El hecho de que el terremoto se produjera durante el 1 de enero, cuando mucha gente se había desplazado a la región para celebrar con su familia el Año Nuevo, supuso que haya más personas evacuadas de las normalmente estimadas por las autoridades locales y reportes de la cadena NHK hablan de escasez de comida, agua o ropa de abrigo en algunos refugios.

Aviones, barcos y 2.000 soldados

Hasta este jueves unos 2.000 efectivos del Ejército han sido desplegados en la región, además de 22 aviones y ocho barcos para las actividades de rescate y recopilación de información de daños.

El Ejecutivo japonés ha dicho que hará uso de unos 28 millones de dólares de fondos de emergencia para incrementar la ayuda en Ishikawa.

El terremoto que golpeó la península de Noto el lunes se produjo a las 16.10 horas y tuvo su epicentro a 30 kilómetros al noreste de Wajima, alcanzando el nivel 7 en la escala cerrada de 7 japonesa.

La Agencia Meteorológica de Japón (JMA) considera que en un temblor de rango 7 es imposible mantenerse en pie y que solo es posible moverse si uno se arrastra por el suelo.

Este seísmo, el más devastador en Japón desde el de 2016 en la prefectura de Kumamoto, es el primero de nivel 7 en registrarse en el país desde 2018.

El temblor del lunes obligó a activar durante horas una alerta por tsunami de la máxima categoría, la primera vez que esto sucede en el país desde el terremoto de 9 grados en 2011.