El ejército surcoreano informó de que el proyectil disparado hoy por Corea del Norte es un misil balístico intercontinental (ICBM), un lanzamiento que se produce horas antes de la visita del presidente surcoreano, Yook Suk-yeol, a Japón.

El ejército de Corea del Sur informó de que el proyectil disparado hoy por Corea del Norte es un misil balístico intercontinental (ICBM), un lanzamiento que llega en plenas maniobras militares de Seúl y Washington y que se produce horas antes de la visita del presidente surcoreano, Yook Suk-yeol, a Japón.

Seúl “detectó un misil balístico de largo alcance disparado al mar del Este (nombre que recibe en las dos Coreas el mar de Japón) desde la zona de Sunan, en Pionyang, hacia las 07:10 del jueves(19:10 del miércoles en Chile)”, según indicó el Estado Mayor Conjunto (JCS) surcoreano en un comunicado.

Sunan, donde se encuentra el aeropuerto de la capital norcoreana, es un lugar desde el cual el régimen ha lanzado misiles ICBM en más de una ocasión.

Por su parte, el Ministerio de Defensa nipón indicó que el proyectil voló durante unos 69 minutos y que se estrelló en aguas del mar de Japón hacia las 08:18 hora local (20:18 del miércoles en Chile) a unos 250 kilómetros al oeste de la isla de Oshima, que queda frente a la costa suroccidental de la isla septentrional de Hokkaido.

El nuevo lanzamiento del Norte llega unas pocas horas antes de que Yoon vuele a Japón para mantener una cumbre con el primer ministro nipón, Fumio Kishida, en lo que supondrá la primera visita bilateral en doce años en un momento en que ambos vecinos están intentando mejorar relaciones.

La llegada al poder del conservador Yoon el pasado mayo y los avances armamentísticos mostrados por Pionyang están sirviendo para impulsar la cooperación, especialmente en el terreno militar, tras un lapso en el que las relaciones entre Seúl y Tokio atravesaron su peor momento en años.

El ensayo norcoreano, el octavo en lo que va de año, llega también como réplica a los ejercicios de primavera de los aliados Freedom shield, que Pionyang considera un ensayo para invadir su territorio y a los que ha prometido dar una respuesta “sin precedentes”.

La península vive un nivel histórico de tensión después de un 2022 en el que Pionyang, que ha rechazado ofertas para retornar al diálogo, realizó un número récord de pruebas de armas y en el que los aliados volvieron a realizar grandes maniobras y a desplegar portaaviones de propulsión nuclear o bombarderos.