El Gobierno de Irak anunció este jueves que, debido al aumento de casos de covid-19 en el país, quedarán prohibidos los actos religiosos y actividades sociales, así como el desplazamiento entre provincias, a falta de una semana para la histórica visita del papa Francisco al país árabe.

La Secretaría General del Consejo de Ministros informó en un comunicado de que el Gabinete ha aprobado un paquete de medidas para prevenir la propagación del coronavirus, del que en las últimas semanas se han registrado más de 4 mil casos diarios, unas cifras que se acercan a las del peak de la primera ola en Irak.

La nota apunta que el Gobierno tomará “todas las medidas para prohibir cualquier tipo de reunión, especialmente religiosa o social, porque son una de las principales causas de contagio” y añade que garantizarán la aplicación de las restricciones a la comunidad musulmana chií y suní del país, así como a sus líderes religiosos.

En el comunicado se señala que esta prohibición se aplicará “a los responsables de los lugares sagrados y de las reuniones religiosas en los próximos días”, sin especificar una horquilla de tiempo concreta.

Por otra parte, el Consejo de Ministros prohibió el movimiento de los ciudadanos entre provincias, salvo en “casos humanitarios”, mientras que los funcionarios públicos quedan excluidos de esta restricción siempre que el desplazamiento sea “por asuntos de trabajo exclusivamente relacionados con los ministerios”.

Todo aquel que viole las nuevas restricciones será sancionado con una multa, según el Ejecutivo, que no especificó la cuantía de la penalización.

Desde principios de febrero se han disparado en Irak los casos de coronavirus, lo que ha obligado al Gobierno a establecer algunas restricciones como un toque de queda total de viernes a domingo y parcial el resto de los días, además del cierre de escuelas, centros comerciales y restaurantes.

Las medidas se han impuesto a falta de tan solo una semana de que el papa Francisco realice su primera visita a Irak, donde se reunirá con diversas autoridades religiosas y políticas iraquíes, así como con la comunidad cristiana en varios puntos del país árabe.

Vocero chií da positivo

El vocero de la máxima autoridad chií de Irak, Ali al Sistani, que se reunirá en la ciudad sagrada de Nayaf con el papa Francisco a principios de mayo, ha dado positivo en coronavirus, aunque el estado de salud del clérigo es “estable”, informó hoy la agencia de noticias oficial iraquí, INA.

“El vocero de la autoridad religiosa, el jeque Ahmed al Safi, se contagió con el coronavirus y su estado de salud es estable”, dijo INA en una breve nota, sin aportar más detalles.

Hasta el momento se desconocen los detalles del contagio y si el vocero estuvo en contacto recientemente con el ayatolá Al Sistani, de 90 años, que se reunirá con el pontífice el próximo 6 de marzo en la ciudad sagrada de Nayaf, uno de los centros de peregrinación más importantes para la rama chií del islam.

El vocero Al Safi, al contrario que Al Sistani, reside en la otra ciudad sagrada chií de Irak, Kerbala, desde donde habitualmente pronuncia los discursos y sermones religiosos atribuidos al ayatolá debido a la avanzada edad de este.

Hasta el momento, Irak ha contabilizado más de 680 mil casos de coronavirus y 13.324 muertes, según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud.