La fecha de la votación debería mantenerse: los electores de Hong Kong irán a las urnas el domingo 24 de noviembre para las tradicionales elecciones de distrito, unos comicios locales. ¿Cuál es la situación en la región administrativa especial?

En los alrededores de la Universidad Politécnica de Hong Kong, se respira un ambiente de batalla perdida. Los antidisturbios siguen teniendo el edificio completamente rodeado y se muestran tranquilos. Han dejado claro que no van a lanzar un ultimátum y simplemente están a la espera de que los últimos estudiantes salgan por su propio pie.

Según han informado los periodistas hongkoneses que consiguieron acceder al interior, la situación es pésima: todavía quedarán unas cuantas decenas de jóvenes, pero ya con poca comida, y han empezado a desconfiar los unos de los otros y a formar pequeños grupos.

Cada día un grupo de jóvenes sale desde las plataformas y pasillos que rodean la universidad para entregarse, la mayoría muy debilitados. En cuanto salen, se les proporciona abrigo y son trasladados al hospital después de registrar sus datos.

Los últimos que quedan dentro dicen que no tienen intención de rendirse, porque la batalla que han librado durante días no serviría para nada. Rendirse no es una decisión fácil ya que se enfrentan a penas de hasta 10 años de cárcel.

AFP
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Violencia generalizada

Las imágenes de la batalla en la universidad, en las que se veía a jóvenes lanzando cócteles molotov y utilizando catapultas, flechas y arcos, han causado cierto rechazo de la sociedad hacia el movimiento prodemocracia.

El gobierno y la policía las utilizan ahora para asegurar que los violentos son los manifestantes, y no ellos. Pero según voluntarios sanitarios, sin duda la violencia policial es mucho peor. Denuncian que el gas lacrimógeno que han estado utilizando esta última semana es más nocivo de lo habitual y ha causado vómito con sangre en numerosos manifestantes.

Este jueves por la noche, se pudo ver a policías arrestando a jóvenes que habían participado en una manifestación pacífica, cuyo objetivo era recordar lo que ocurrió hace cuatro meses: el 21 de agosto, en el barrio de Yuen Long, decenas de mafiosos prochinos atacaron a jóvenes antigobierno, a periodistas y a cualquiera que se cruzaba en su camino.

Desde entonces, las peleas entre ciudadanos de distinta opinión se han vuelto habituales en este conflicto. Los prodemocráticos denuncian que cuando las mafias los atacan, los policías no hacen casi nada para impedirlo. Hasta ahora, no queda claro pero parece que no se ha tomado ninguna medida real contra ellas. En el otro bando, ya son más de 5.000 los arrestados desde que empezó esta crisis.

ARCHIVO | AFP
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Elecciones en la mira

Con las elecciones previstas para este domingo, el ambiente es más tranquilo. Los manifestantes han hecho llamados a la calma, no quieren dar al gobierno excusas para cancelar los comicios.

Para Nelson Chan, un ejecutivo en tecnologías de la información entrevistado por RFI, “muchos activistas prodemocracia irán a votar, porque este voto es también una forma de decir que estamos luchando por la libertad. Las autoridades chinas dicen que los hongkoneses apoyan al gobierno, nosotros les diremos que no es cierto”.

Sin embargo, todo podría estallar de nuevo, por ejemplo si se llegan a cancelar las elecciones. Lo más probables es que se lleven a cabo, pero de todas maneras, el candidato prodemocracia más popular entre los manifestantes, el activista hongkonés Joshua Wong, no tiene derecho a presentarse como candidato.