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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Pedro Castillo, expresidente de Perú en prisión preventiva por intento de autogolpe, convocó a líderes como Gabriel Boric, Lula da Silva y Luis Arce a una "guerra" contra la corrupción y la delincuencia. En una audiencia, denunció ser un presidente secuestrado y llamó a combatir el saqueo y la corrupción.

El expresidente de Perú Pedro Castillo llamó a Gabriel Boric, Lula da Silva y Gustavo Petro, entre otros, a ir a la “guerra” contra la corrupción y delincuencia en medio del juicio que enfrenta por el intento de autogolpe de Estado del 7 de diciembre de 2022.

En una audiencia llevada a cabo en el penal de Barbadillo, en donde cumple prisión preventiva, Castillo invocó a diferentes mandatarios de la región para unirse en lo que llamó “una guerra” para terminar con el “saqueo” mientras la jueza Norma Carbajal lo instaba a limitarse a los temas ligados a su proceso.

“Soy un presidente de la república secuestrado, un presidente que empezó a impulsar el desarrollo, no solamente de miles de compatriotas sino de las fronteras vivas, como los ciudadanos que están el día de hoy en la Isla de Santa Rosa”, señaló el exmandatario en referencia al territorio que mantiene en disputa a Perú con Colombia.

“Desde acá invoco no solo al presidente Petro, también al presidente de Chile, de Bolivia, de Brasil y de Colombia… de una vez vamos a la guerra, pero a aquella guerra que termine con la delincuencia, con la corrupción, con el saqueo, con todo lo que tenemos que hacer”, puntualizó.

“Han salido falsos patriotas con mapa en mano a decir qué es lo que hay que hacer sin autoridad moral. Entre ellos, algunos líderes políticos que en otro momento vendieron las propias armas a la FARC de Colombia. (Incluso) encontraron droga en el avión presidencial”, expresó.

Pese a que no la mencionó directamente, Castillo se refirió a Keiko Fujimori, quien acusó a Petro de “inventar un conflicto” con el Gobierno colombiano por la disputa limítrofe.

Recordemos que el Ministerio Público de Perú solicitó un total de 34 años de prisión contra el exmandatario por los delitos de rebelión, abuso de autoridad y grave perturbación a la tranquilidad pública.

Ese día, Castillo anunció en un mensaje a la nación el cierre del Parlamento, la reorganización del sistema de justicia y la instalación de un Ejecutivo de emergencia que debía gobernar por decreto. Por esa decisión, fue destituido por el Congreso y, posteriormente, arrestado por su propia escolta.