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Nahir Galarza, condenada a cadena perpetua por el asesinato de Fernando Pastorizzo en 2017, reapareció en una entrevista desde la Unidad Penal de Mujeres solicitando “el beneficio de la duda” a la Justicia y negando haber tenido una relación formal con la víctima. La joven de 26 años, cumpliendo siete años de sentencia, pidió equidad y una revisión judicial para la posibilidad de ser liberada en el futuro. Criticó la condena mediática y social que la señaló como la asesina de su novio, afirmando que nunca se probó la supuesta relación formal con Pastorizzo. Galarza también mencionó intentos de contactar a los padres de la víctima para pedir perdón, cuestionó el tratamiento de los medios durante el juicio y destacó su aprendizaje en prisión, donde trabaja, estudia y busca demostrar un cambio. Su posible liberación llegaría a los 53 años.

Nahir Galarza, condenada a cadena perpetua por el asesinato de Fernando Pastorizzo en diciembre de 2017, reapareció públicamente en una entrevista con un canal de TV. Desde la Unidad Penal de Mujeres, la entrerriana pidió a la Justicia “el beneficio de la duda” y aseguró que nunca tuvo “una relación formal” con la víctima.

Pido que la justicia sea justa conmigo, que me den el mismo derecho que a las otras personas, un poco de equidad”, declaró Galarza, de 26 años, quien lleva siete cumpliendo condena. La joven señaló que no apelará su sentencia ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, pero buscará una revisión judicial para “poder tener la posibilidad de salir en algún momento, si demostrás que sos capaz”.

Sobre el proceso judicial, criticó que siempre apareció como “la asesina de su novio”. “Ya había una condena social y mediática. Ni siquiera fui a la audiencia del veredicto porque sabía que me iban a dar perpetua”, afirmó. Galarza insistió en que nunca se probó una relación formal con Pastorizzo y cuestionó que no se considerara una carta donde él “me pedía disculpas por lo que me había hecho”.

La joven también mencionó que su médico ginecólogo, fisioterapeuta y entrenador de hockey respaldaron sus afirmaciones sobre haber sido lastimada por Pastorizzo. “Nadie me escuchó, ahora me da igual que me crean o no, si ya estoy re condenada”, sostuvo.

Consultada sobre la noche del crimen, el 29 de diciembre de 2017, Galarza aseguró: “Estaba muy aturdida. Ya no tiene sentido contar lo que pasó si ya me condenaron, no me dieron oportunidad”.

Reveló que intentó contactar a los padres de Pastorizzo, pero estos rechazaron cualquier encuentro. A ellos les dirigió un mensaje: “Les pediría perdón desde lo más profundo de mi corazón”.

Sobre el tratamiento mediático durante el juicio, acusó a los medios de crear un “personaje” de ella: “Era asesina, fría, inventaban… Todo muy exagerado”.

Respecto a su vida en prisión, Galarza afirmó que el encierro “es un aprendizaje”. Trabaja, estudia idiomas, psicología social a distancia y busca “demostrar que hubo un cambio”. Su posible salida recién llegaría a los 53 años.

Al hablar sobre el libro basado en su caso, criticó que solo se centra en “la condena, no a la causa”. De la película, admitió: “Algunas cosas eran verdad, otras no, pero fue medio chocante verme en la pantalla”.