El presidente electo de Bolivia, Luis Arce, subrayó el peso histórico del exmandatario Evo Morales, pero aseguró que no existe un rol definido para él con el regreso del MAS al poder. Luis Arce anuncia que retomará “su modelo económico social” y que volverá a acercarse a los gobiernos de Rusia, Cuba y Venezuela.
El vespertino francés Le Monde publicó una entrevista de Luis Arce realizada en La Paz pocas horas después de que el candidato del MAS y artífice del llamado “milagro económico” boliviano ganara el domingo las elecciones presidenciales, consiguiendo de paso la mayoría en ambas cámaras del Congreso.
Interrogado sobre el papel que está llamado a desempeñar el presidente Evo Morales, exiliado en Argentina, Arce reconoció diferencias dentro del partido. “No lo hemos discutido. No hay una posición única y monolítica. No es algo que nos preocupe. Evo ya no es el presidente del país, pero tiene un papel: es el presidente del partido, es el líder histórico e indiscutible del proceso. Nadie va a quitarle a Evo el papel que tuvo, especialmente a nivel internacional. Pero eso no significa que vaya a gobernar. El que va a gobernar soy yo”, recalcó.
A la hora de una autocrítica, Arce, quien fuera ministro de Economía y de Finanzas Públicas de Evo Morales, estimó que el MAS había sido una mera herramienta, llamada ahora a ocupar un protagonismo mayor. “En nuestro primer gobierno, las organizaciones sociales [campesinos, trabajadores, sindicatos, indígenas, feministas…] jugaron un papel, pero no fue central. El MAS como partido político tampoco tuvo mucha importancia en el gobierno. El MAS era sólo otra herramienta política. Queremos dar más peso a las organizaciones sociales y al MAS”.
“También queremos incluir en la gestión y la toma de decisiones a ciertos sectores de la sociedad que consideramos importantes: los profesionales, los jóvenes. Queremos ser una versión 2.0, más inclusiva. De esta manera, el MAS creará constantemente nuevos liderazgos, nuevas figuras, se renovará a sí mismo, manteniendo los principios del partido. Otro error fue pensar que los magistrados deben ser elegidos. Nos equivocamos. Para una mayor transparencia, estamos obligados a reformar el sistema de justicia”, sostuvo.
Baterías de litio para exportación
En cuanto a su visión económica, Arce rechazó que la bonanza lograda en el pasado descansara en un modelo extractivista impulsado por el precio de las materias primas, sino que lo adjudicó a la nacionalización de los hidrocarburos.
“¿Qué sentido hubieran tenido los buenos precios de las materias primas si el dinero se hubiera ido a otra parte?”, se pregunta. El presidente electo asegura que se concentrará en la industrialización del país, como “por ejemplo vender baterías de litio hechas en Bolivia”.
En el plano ambiental, el presidente electo promete combatir los incendios que han arreciado estos últimos años con una reforestación y la promoción de energías “limpias”, como la eólica, solar o térmica. En lo que se refiere a los transgénicos, aseguró que dará marcha atrás derogando el decreto del gobierno saliente que permite el cultivo de los organismos genéticamente modificados.
Reanudar los lazos con Cuba y Venezuela
Arce respondió también acerca de su futura política exterior, deplorando que el gobierno saliente “rompiera las relaciones con Venezuela, Cuba”.
“Se ha alejado de Rusia, de China. Y al pueblo boliviano se le ha negado el acceso a la medicina rusa, china o cubana para luchar contra el Covid-19. Esto es un ataque a la vida de los bolivianos. Vamos a estar abiertos a todos, así que vamos a reanudar las relaciones con Venezuela, Cuba…”, enfatizó.
Sobre si este giro significa mantener relaciones con Washington, respondió: “Si lo quieren, no tenemos ningún problema. El único requisito que tenemos, para todos, es que respeten nuestra soberanía”.