Con motivo del suicidio del expresidente peruano Alan García (1985-1990/2006-2011), quien se disparó en la cabeza cuando iba a ser arrestado para fallecer finalmente pasadas las 11:30 horas chilenas, es pertinente recordar un episodio revelado a fines de noviembre de 2018, cuando el exmandatario pidió asilo al gobierno de Sebastián Piñera.

El hecho ocurrió en el marco del caso Odebrecht, una empresa que admitió haber pagado 29 millones de dólares en sobornos para ganar la licitación de obras públicas entre 2004 y 2015, abarcando los periodos del primero, Toledo y Humala.

Según reveló el medio peruano El Comercio citando fuentes diplomáticas, García intentó asilarse en Costa Rica, Uruguay, Colombia, México, e incluso Chile a través de emisarios para obtener la autorización de ingresar a la embajada en Lima e investigar si tenía posibilidad de obtener un asilo político por parte del gobierno de Chile.

El canciller Roberto Ampuero habría informado al presidente Sebastián Piñera sobre esta situación cuando estaban en Papúa Nueva Guinea para la cumbre de la APEC, pero el mandatario habría descartado la posibilidad, debido a la buena relación con el presidente peruano Martín Vizcarra y la próxima reunión bilateral que se aproximaba.

Ante la negativa chilena, García se habría declinado por la opción uruguaya el 17 de noviembre, cuyo gobierno finalmente también rechazó la solicitud de asilo del expresidente peruano investigado por corrupción. Poco antes de su solicitud, la justicia peruana le había prohibido salir del país por 18 meses mientras es investigado en el marco del escándalo de las dádivas de la cuestionada empresa brasileña Odebrecht.

La prohibición de salida del país de García, líder del partido socialdemócrata APRA, fue dictada luego de que la fiscalía ampliara investigación por supuestos sobornos pagados por un contrato para la construcción de la primera línea del metro de Lima durante su segundo mandato (2006-2011).

En una llamada al diario, Ricardo Pinedo, asistente de García, negó “que se hayan acercado a otra embajada, pues –afirmó– respetan el trámite iniciado ante Uruguay”, agregó el rotativo. El trámite también fue negado por la Cancillería chilena, según reportó La Tercera.

Fernando Vivas, el periodista autor del artículo en el medio peruano, respondió al medio chileno que “no hay una solicitud” de asilo, sino que “en estos casos hay indagaciones previas, mandas a un emisario que habla con un funcionario. Y ese funcionario, al ver que es delicado el tema, lo eleva a su cancillería”.