El peso argentino se recuperó este jueves por segunda jornada consecutiva dando un respiro a la vapuleada economía del país sudamericano donde crecen los reclamos de los sectores sociales más vulnerables.

La moneda cerró el jueves en 38,40 pesos por dólar; una apreciación de 2,29%, en medio de las negociaciones del gobierno con el Fondo Monetario Internacional en Washington para acelerar desembolsos de un auxilio de 50.000 millones de dólares.

El gobierno del presidente Mauricio Macri se ha comprometido a llevar a cero el déficit fiscal en 2019 con una serie de medidas de austeridad que han llevado a la multiplicación de las manifestaciones y protestas.

Este jueves organizaciones sociales marcharon al Ministerio de Desarrollo Social para repudiar el ajuste y pedir ayuda para los sectores más empobrecidos.

“En nuestro barrio la gente está muy mal. Tenemos paciencia, mucha paciencia, pero ¿cuánto tiempo más va a pasar para que la angustia se vuelva bronca?. Hay hambre y desesperación, los comedores desbordan. Los gobiernos cambian y seguimos pobres. La desigualdad es mucha”, dijo a la AFP Karina Ceballos de 43 años y madre de dos hijos.

Junto a ella marchó Guillermo Soto, de 49 años y sin trabajo estable desde 2002 cuando la crisis económica llevó a la quiebra a la curtiembre donde trabajaba.

“Desde entonces ya no trabajé más ‘en blanco’ (formal), siempre changas, de albañil, de ayudante, de pintor. Pero ahora no hay nada de nada. El estallido social no está lejos”, sostuvo.

El derrumbe del peso se inició en abril y recrudeció la semana pasada. Solo en agosto se depreció 28% y acumula una caída de casi 50% en lo que va del año.

La contracara de la crisis cambiaria es una inflación creciente que suma casi 20% hasta agosto y que se estima rondará el 40% este año.