Cristina Kirchner, quien gobernó Argentina durante ocho años y es la figura más destacada de la fragmentada oposición, se enfrenta a una causa judicial por supuesta corrupción que la ha puesto en aprietos, con denuncias sobre el movimiento de incontables bolsos repletos de dólares.

Kirchner tiene seis procesos judiciales abiertos, pero ha sido el más reciente, conocido como “los cuadernos de la corrupción”, el que más la presiona.

Sus residencias en Buenos Aires y Río Gallegos (Patagonia) fueron allanadas este jueves, luego de que el Senado autorizara el procedimiento.

Sin embargo, Kirchner está amparada por los fueros parlamentarios, tras haber sido electa senadora en 2017.

La expresidenta asegura que las investigaciones en su contra tienen como fin apartarla de la política, teniendo en cuenta que en 2019 podría aspirar de nuevo a la presidencia.

“Voy a ser la primera senadora allanada”, lamentó en su discurso durante la sesión parlamentaria que permitió por unanimidad, incluso con su propio voto, la revisión de sus domicilios.

El único precedente comparable en Argentina es el del expresidente Carlos Menem, quien cumplió prisión domiciliaria preventiva durante unos meses en 2001 por un escándalo de contrabando de armas.

Menem, luego electo y reelecto senador, fue condenado, pero apeló y le protege la inmunidad parlamentaria hasta que la sentencia quede firme.

El matrimonio K

Junto con su marido, el fallecido expresidente Néstor Kirchner, Cristina marcó una época en la política argentina con un gobierno peronista de centro-izquierda muy cercano a los de Hugo Chávez en Venezuela, Lula da Silva en Brasil, Rafael Correa en Ecuador y Evo Morales en Bolivia.

Carismática, confrontativa y de oratoria filosa, su figura despertó amores y odios tan radicales que abrieron una “grieta” entre partidarios y detractores que aún perdura.

Para algunos, los Kirchner conformaron una dupla política populista que se enriqueció con el poder mediante una red de corrupción y que aisló al país del contexto mundial, cerrando su mercado y rompiendo reglas financieras.

Para otros, instauraron una política reformista con énfasis en lo nacional y popular, que empoderó a las clases sociales más postergadas y logró reducir la pobreza y la desocupación.

Cristina Kirchner se enfrentó a los grandes grupos mediáticos, a sectores del poder judicial, a la patronal agraria y a parte del empresariado, así como al poder financiero internacional.

Albores

Nacida en La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, en un hogar de clase media baja, su padre fue chofer de autobuses y su madre ama de casa. Tiene una hermana médica.

La exmandataria estudió Derecho en la Universidad de La Plata donde conoció a Néstor Kirchner.

Juntos tuvieron dos hijos, Máximo, actual diputado, y Florencia, la menor y especialista en artes visuales, que le han hecho abuela de tres niños.

Cristina Kirchner inició su carrera política en Santa Cruz (sur), la provincia natal de su marido y de la que fue gobernadora por tres mandatos antes de ser elegido presidenta en 2003.

Antes de llegar a la presidencia, fue diputada y senadora por Santa Cruz.

Sus detractores le reprochan arrogancia y la describen como una mujer adicta al botox y al maquillaje. Los bolsos de lujo son el elemento fetiche de su costado más frívolo.

De confesión católica, se acercó al papa Francisco y cerró el camino a una ley del aborto en el Congreso durante su gobierno.

Sin embargo, este año apoyó con su voto favorable en el Senado un proyecto de legalización del aborto que finalmente fracasó.

Durante su presidencia, Argentina aprobó el matrimonio igualitario, una ley pionera en América Latina, que generó fricciones con la Iglesia católica.

Periplo judicial

“En mi gobierno hubo hechos de corrupción, es innegable y deben responder”, admitió hace un tiempo cuando un exfuncionario de su gobierno fue arrestado por esconder bolsos con millones dólares en efectivo en un convento.

“Pero tachar a todo un gobierno de corrupción por unos funcionarios, no”, dijo entonces la expresidenta, que denunció persecución por las varias causas abiertas en su contra.

Investigada por presunto enriquecimiento ilícito, imputada en una causa de sobornos, acusada de traición a la patria y mal desempeño de funcionaria pública, Cristina Kirchner ha sido llamada varias veces ante los tribunales.

Sus fueros la protegen de ir a prisión en caso de condena.

Además de involucrar a una decena de exfuncionarios de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, los “cuadernos de la corrupción” implican a más de una veintena de los más importantes empresarios de Argentina.