El juez argentino Claudio Bonadio se dispone a ordenar este jueves el allanamiento de tres residencias de la expresidenta y senadora Cristina Fernández, tras ser autorizado por el Senado en el marco de una causa judicial que investiga supuestos sobornos millonarios para adjudicar la obra pública.

La notificación con la decisión favorable del Senado para allanar los domicilios de la expresidente, votada por unanimidad la noche del miércoles, llegó la mañana del jueves al juzgado, según fuentes judiciales.

Se espera que la justicia pueda allanar tres propiedades de Fernández: un departamento en el barrio bonaerense de Recoleta, una casa en Río Gallegos (Patagonia) y otra vivienda en la ciudad austral El Calafate.

Hasta ahora, los testigos y relatos del caso sostienen que en el apartamento de Buenos Aires era el lugar donde los Kirchner recibían los sobornos, y que cada cierto tiempo, el dinero era llevado en helicópteros o aviones al sur de Argentina, tanto a Río Gallegos como a El Calafate, siendo guardados en bóvedas.

“Las valijas tenían por destino la casa de Néstor y Cristina Kirchner en Río Gallegos ubicada en la esquina de la calle 25 de Mayo donde tenían bóvedas”, declaró ante la justicia Ernesto Clarens, empresario vinculado al pago de sobornos y al kirchnerismo.

La información también fue confirmada por Sergio “Potro” Velázquez, quien ejerció como piloto de la flota presidencial, consigna diario Clarín de Argentina.

Bonadio en su investigación ha descartado que busque el dinero o rastros de billetes en las propiedades. La idea del magistrado es comprobar la descripción dada por testigos y por Oscar Centeno, el exchofer de un viceministro y autor de los “cuadernos de las coimas”, tanto del departamento en Recoleta como las casas del sur.

De acuerdo a los relatado por Centeno, en el departamento de Buenos Aires se pagaron sobornos por más de 60 millones de dólares (también ocupaban la residencia presidencial).

Fernández, de la corriente de centro-izquierda peronista y quien sucedió a su esposo Néstor Kirchner en la presidencia en 2007, es la persona de más alto rango involucrada en el escándalo conocido como “los cuadernos de la corrupción”, que indaga presuntos sobornos de importantes empresarios entre 2005 y 2015 para obtener contratos de obra pública.

Según los cálculos iniciales, la trama de sobornos podría alcanzar a los 160 millones de dólares.