La justicia argentina sorprendió al mundo el último viernes, luego de que la Cámara Federal determinara que el exfiscal del caso AMIA, Alberto Nisman, fue asesinado por investigar a la expresidenta Cristina Fernández.

En un principio, la principal hipótesis del caso Nisman apuntaba a que el hombre se había quitado la vida y el único acusado era su exasesor, Diego Lagomarsino, quien le había entregado el arma usada para suicidarse.

Según publica diario Clarín de Argentina, las manchas de sangre halladas en el cuerpo de Nisman confirman que hubo más personas -además del mismo exfiscal- en el baño donde fue encontrado muerto, en base a pericias realizadas por la gendarmería trasandina.

De acuerdo a esta investigación, en la cual se basó la decisión de la justicia argentina, dos individuos habrían golpeado y reducido a Nisman, además de drogarlo con ketamina, un poderoso anestésico y -curiosamente- conocido como Special K.

Luego habrían llevado a Nisman al baño, donde lo habrían puesto de rodillas, para después ejecutarlo. Mientras uno lo sostenía, el otro disparaba utilizando la mano del exfiscal.

La investigación pericial fue desarrollada por más de 40 expertos de criminalística, medicina legal, análisis químicos, balística y huellas y rastros, que concluyeron que Nisman fue colocado de rodillas en su baño, justo frente a la bañera y al lado del lavabo.

Los peritajes anteriores sostenían que Nisman -al momento de morir- estaba de pie y de frente al lavabo, pero habían diferencias por las manchas de sangre que Nisman tenía en el tobillo, su pantalón y las que habían en el inodoro.

El fiscal Nisman, que investigó por una década el atentado al centro judío AMIA que causó 85 muertos y 300 heridos en Buenos Aires en 1994, fue hallado sin vida el 18 de enero de 2015, con un disparo en la cabeza en el baño de su departamento.

Dos días después de su fallecimiento, Nisman debía acudir a dar explicaciones al Congreso sobre su denuncia, invitado por las entonces diputadas opositoras Patricia Bullrich y Laura Alonso, hoy ministra de Seguridad y titular de la Oficina Anticorrupción, respectivamente.

Durante casi dos años, la muerte del fiscal fue investigada por el fuero común que no había podido determinar si era un suicidio o un homicidio. A fines de 2016 pasó al fuero federal donde avanzó la tesis del asesinato.

Lagomarsino: Lo indujeron a dispararse

El técnico informático y exasesor de Nisman, Diego Lagomarsino, es hasta el momento el único imputado por este caso, y fue uno de los pocos involucrados en referirse a la decisionde la justicia de catalogar la investigación como un asesinato.

“Por lo que figura en las pericias, no lo que yo creo, él se autodisparó. Ahora, lo que creo es que Alberto no tenía una tendencia suicida. Mi sensación es que alguien lo indujo a eso”, señalo Lagomarsino a la cadena La Red de Argentina.

“Quiero ir a un juicio oral donde se vean públicamente las pruebas, se demuestre que yo no tuve nada que ver. Está recontraprobado que no tuve nada que ver”, agregó.

En la misma línea, el informático sostuvo que se investigara a la custodia especial que tenía Nisman, de la misma forma en que él ha sido indagado.