El presidente de Nicaragua Daniel Ortega aseguró este miércoles que continuará en su cargo, en su primera reacción a la demanda de sectores políticos y sociales que exigen su renuncia y la convocatoria a elecciones anticipadas.
“Nicaragua nos pertenece a todos y aquí nos quedamos todos (…) el dueño de Nicaragua somos todos los nicaragüenses independientemente del pensamiento político y religioso”, dijo Ortega en un discurso ante miles de seguidores en un acto por el día de las madres.
El mandatario reaccionó por primera vez a los pedidos opositores de anticipar las elecciones para acortar su mandato, que vence en enero de 2022.
Tras el discurso de Ortega hubo enfrentamientos en los alrededores del lugar del acto gubernamental, donde además concluyó una multitudinaria marcha opositora encabezada por decenas de madres vestidas de negro y con fotos de sus hijos muertos durante las protestas antigubernamentales, que han dejado 88 fallecidos desde el 18 de abril.
“Ni perdón ni olvido, justicia y castigo”, “Mamá ahora o nunca, de que se van, se van”, coreaban los manifestantes en alusión a la salida del poder de Ortega y su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo.
Durante la movilización de simpatizantes sandinistas hacia Managua se produjeron enfrentamientos en un bloqueo de carretera en Estelí, 137 km al norte de Managua, con saldo de un muerto y 20 heridos, según el alcalde de esa localidad, Francisco Valenzuela.
Durante la jornada se registraron 12 heridos en enfrentamientos y fueron atacadas las sedes de dos medios de comunicación de oposición, según informes policiales y de los opositores.
Hacia el atardecer “sujetos encapuchados atacaron con armas de fuego y morteros a familias que participaban” en un acto del gobierno en Managua “resultando 12 personas lesionadas, entre ellas cinco policías”, dijo a la prensa el subdirector de la Policía Nacional, Francisco Díaz.
El mandatario enfrenta una férrea oposición a la que se sumo este miércoles la empresa privada en Nicaragua, uno de los soportes de su gobierno desde que volvió al poder en enero del 2007 y con el que instauró un “modelo de consenso”, que permitió a empresarios participar de forma activa en la toma de decisiones.
El Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP) anunció que han suspendido todas las reuniones con el gobierno en “rechazo a la represión”, en tanto el presidente del grupo económico más influyente del país, Carlos Pellas, se pronunció a favor de adelantar las elecciones.
