La reelección de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela levantó una ola de rechazo internacional encabezada por Estados Unidos, el Grupo de Lima y países de la Unión Europea. Mientras que otras naciones como Rusia, Cuba y Bolivia le brindaron su respaldo.

Tras conocerse los resultados, el presidente estadounidense Donald Trump firmó un decreto que prohíbe a los ciudadanos de su país comprar obligaciones de deuda venezolana, incluida de la estatal Pdvsa, en momentos en que el país petrolero está asfixiado por una profunda crisis económica.

Asimismo, catorce países americanos del llamado Grupo de Lima desconocieron los resultado y anunciaron que llamarán a consulta a sus embajadores en Venezuela.

En nuestro país, en tanto, el presidente Sebastián Piñera criticó los comicios acusándolos de ilegítimos. “Estamos absolutamente convencidos de que esas elecciones no cumplen con ningún criterio de elecciones libres y democráticas”, indicó el mandatario.

En ese sentido, sostuvo que “no representan el verdadero sentir del pueblo de Venezuela y por tanto el proceso electoral no es un proceso legítimo y no será reconocido por los países que practican la verdadera democracia”.

El ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Ampuero, se refirió al comunicado emitido por el Grupo de Lima y apuntó a Maduro cómo único culpable de esta situación.

Estas declaraciones se suman al mayoritario rechazo de los gobiernos latinoamericanos, quienes criticaron los comicios, tal como lo hizo la canciller colombiana, María Ángela Holguín.

Sólo los mandatarios de Bolivia, El Salvador, Cuba y China, aceptaron los resultados. En esa línea, el ministro de Presidencia de Bolivia, Alfredo Rada, felicitó al presidente Nicolás Maduro por su reelección.

El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, Vlado Mirosevic, también criticó los comicios, pero advirtió del error que supondría retirar a los embajadores de los países que conforman esta institución.

El candidato opositor, Henri Falcón, quien quedó en segundo lugar con un 21% de los votos, exigió la repetición de las elecciones por considerarlas fraudulentas y minoritarias.