La exesposa del príncipe Andrés -hijo de la reina Isabel II-, Sarah Ferguson, se refirió recientemente al revuelo que generó en la Familia Real británica la salida de la duquesa de Sussex Meghan Markle y su esposo, el príncipe Harry.

En una conversación con el programa The Kyle & Jackie O Show, según recogió el portal Daily Mail, Ferguson, de 61 años, señaló que Lady Di, la fallecida madre del príncipe “habría estado muy orgullosa”

En sus declaraciones, en las que también incluyó a William, hermano de Harry, argumentó que lo decía porque ambos se mantuvieron “firmes” y “son muy parecidos a ella”.

“La vida es lo suficientemente dura. No necesitamos juzgar a los demás. Necesitamos estar abiertos a ver la vida de otra manera”, agregó.

La salida

Harry y Meghan, padres de dos pequeños, anunciaron su renuncia como miembro de alto rango de la Corona británica en enero de 2020.

“Después de muchos meses de reflexión y discusiones internas, hemos elegido hacer una transición este año para comenzar a forjar un nuevo papel progresivo dentro de esta institución”, escribieron en Instagram.

“Tenemos la intención de dar un paso atrás como miembros ‘seniors’ de la Familia Real y trabajar para ser financieramente independientes, sin dejar de apoyar plenamente a Su Majestad la Reina”, agregaron.

Especificaron, además, que planeaban “equilibrar nuestro tiempo entre el Reino Unido y América del Norte, continuando honrando nuestro deber hacia La Reina, el Commonwealth y nuestros patrocinios”.

Tras el anuncio, la pareja cambió su residencia a Estados Unidos, país natal de Markle.

Rumores y una entrevista explosiva

Los rumores del alejamiento de los duques de Sussex con la Familia Real comenzaron a los pocos meses de la boda de la pareja. En dicho momento, se empezó a hablar de una enemistad entre Harry y su hermano William, producto de una supuesta mala relación de Meghan y Kate Middleton.

Las especulaciones tomaron más fuerza luego que los Sussex pasaran la Navidad en Canadá, tras quejarse públicamente de la excesiva presión de los medios de comunicación.

Todo pareció confirmarse en marzo de este año, cuando Meghan y Harry concedieron una explosiva entrevista a la presentadora de televisión estadounidense Oprah Winfrey.

En ella, la duquesa acusó que la Familia Real estaba preocupada por el color de piel que tendría su primer hijo, Archie. También afirmó que, a pesar de que los tabloides locales aseguraban que ella había hecho llorar a Kate, la historia había sido al revés.

“Unos días antes de la boda, estaba molesta por algo relacionado con los vestidos de la niña de las flores, y me hizo llorar y realmente hirió mis sentimientos”
, indicó

Markle también dijo que la familia real la había “silenciado”, que se sentía sola y que le dejaban hacer muy pocas cosas, especialmente en lo profesional, donde su libertad fue coartada.

Tras la entrevista, desde el palacio de Buckingham, residencia de la reina, indicaron en un comunicado público que “toda la familia está entristecida al conocer el alcance total de lo desafiantes que han sido los últimos años para Harry y Meghan”.

“Las cuestiones planteadas, en particular la raza, son preocupantes. Si bien algunos recuerdos pueden variar, se toman muy en serio y la familia los abordará en privado”, puntualizaron