Luego de varios años de declive en sus ventas, Village quebró en 2005, pero la popular tienda quedó en el inconsciente colectivo de los chilenos como un infaltable a la hora de los intercambios de regalos y peticiones amorosas, con productos icónicos y nada de baratos. Sin embargo, la marca regresó de la mano de Rhein, empresa que la compró en 2015.
En conversación con BioBioChile, la subgerenta de Marketing de Rhein, Carla García, admitió que diversos estudios han confirmado que Village evoca nostalgia en los consumidores, al mismo tiempo que éstos la valoran y que les causa felicidad recordarla.
De esta forma, y desde noviembre de 2017, la empresa se reinventó y reenfocó su estilo de operaciones: abrió módulos en tres centros comerciales de Santiago y habilitó una plataforma de internet con despacho a todo Chile a fines de junio de este año.
García dijo que las personas sobre los 25 años son quienes más se acercan a comprar los productos “por el recuerdo” que genera la marca, aunque también hay clientela de menor edad, quienes los están conociendo a través de redes sociales como Instagram.
En esa línea, la ejecutiva recordó que cuando abrieron el módulo del Mall Plaza Egaña “la gente gritaba ¡volvió Village!”.
En las unidades existentes, las otras están ubicadas en el Mall Plaza Vespucio y Mall Plaza Los Dominicos, se puede encontrar una serie de productos, entre los que destaca la última colección que lanzaron esta semana, dedicada completamente a los unicornios.
“Quisimos lanzarla porque es una tendencia que se está sintiendo muy fuerte”, dijo García. “La colección tiene una serie de elementos de stationery, que va desde tazones hasta agendas y va a estar disponible en nuestra página web el viernes”, detalló.
Pero dentro de la gama ofertada, que también contiene lápices, vasos y pizarras; hay un regalo para todos quienes hayan coleccionado esquelas durante los años 1980 y 1990: hay una versión con unicornios.
Licencias de productos vintage
En sus años dorados, Village destacó por sus productos de Barbie, Hello Kitty y películas extranjeras, algo que García recuerda, por lo que confirmó que estudian la factibilidad de reincorporarlas.
“Antes tenían muchas licencias. Estamos revisando licencias vintage, que obviamente no puedo contar, para futuros lanzamientos, pero hoy preferimos trabajar con productos propios, diferenciados, como peluches, tarjetas, menaje, de decoración y en formatos más pequeños, pero en e-commerce (su página web) habrá más novedades”, sostuvo.
Otros productos de antaño que los chilenos recuerdan son las tarjetas para nacimientos y bautizos, las esquelas perfumadas, los cuadernos y los productos que llevaban a los personajes del momento, como Snoopy, Garfield o el Rey León de Disney a fines de la década del noventa.
En relación a la plataforma digital, García recalcó que ésta viene a cumplir la expectativa de tener presencia física en otras ciudades fuera de Santiago.
No obstante lo anterior, debido a que los resultados han sido positivos, ya se considera como proyecto abrir más módulos en incluso tiendas, aunque todo está bajo constante evaluación.
Aún así, la recepción ha sido mejor de lo que esperaban. “En los módulos hay cuadernos donde la gente deja sugerencias y mensajes y es realmente lindo ver como recuerdan los momentos que vivieron con la tienda”, reveló.
Aquello, a su juicio, dice “que la gente está ávida de volver a ese tiempo” cuando la comunicación y el ritmo de vida eran diferentes.
