El Banco de la Nación Argentina anunció el cierre de 60 sucursales en todo el vecino país, con el objetivo de ahorrar más de $1.000 millones de pesos argentinos, en concordancia con los mandatos del presidente Javier Milei, que apuntan a descomprimir los gastos estatales.
El cierre de las sucursales implicará un “reordenamiento” de la entidad, e incluye “achicamiento y fusión de estructuras, la reasignación de recursos y el fortalecimiento de la presencia estratégica”.
Según el banco, “se tomó como punto de partida diciembre 2024, donde se registraban 769 puntos de atención. En el marco del Plan Estratégico 2024-2027, se inició un proceso de unificación, con el objetivo de alcanzar la cantidad de puntos de atención del año 2015, que era de 709”.
Se estima un ahorro de costos de $139.481.510,47 mensuales que, multiplicados por los meses que restan de 2025, se transforman en $836.889.063 (pesos argentinos).
La reorganización también incluye potenciar los canales digitales y electrónicos del Banco, ya que “a fines de mayo pasado el 98% de las transacciones se hacían de ese modo, sin papeles, sin horario y sin desplazarse a una sucursal”.
“Estas medidas buscan mantener y ratificar el liderazgo del Banco de la Nación en el sistema financiero, cualquiera sea la medición. A través de su plan estratégico plurianual, enfrenta los desafíos de la competencia y mejora toda la eficiencia y transparencia en su funcionamiento”, mencionó el medio trasandino Perfil, citando a la entidad bancaria.
“La promesa de inflación cero viene acompañada de abundancia de créditos y la rápida transformación del banco en sociedad anónima”, agregó.