Las reiteradas alzas en el precio de las bencinas reabrieron el debate en torno al impuesto específico a los combustibles. Desde la Democracia Cristiana pidieron reducir este gravamen, en la discusión de la reforma tributaria.

El impuesto específico a los combustibles es nuevamente cuestionado por diversos sectores, luego de cinco alzas consecutivas en el precio de las bencinas.

Recordemos que este gravamen fue ideado para ayudar a la reconstrucción de las principales vías del país, luego del terremoto que afectó a nuestro país en 1985, durante la dictadura militar.

Este impuesto está constituido por un componente fijo de 6 UTM por metro cúbico para la bencina y de 1,5 UTM por m3 para el petróleo diésel, dinero que es aportado por los automovilistas, y que no pagan empresas navieras, aéreas o mineras, pues gozan de franquicias tributarias.

Según el último reporte de ENAP, la gasolina de 93 octanos promediará los 778,6 pesos el litro hasta este jueves, mientras que la bencina de 97 se mantendrá en 791,3 pesos el litro.

El diputado de la Democracia Cristiana, Gabriel Silber, que integra la Comisión de Economía de la Cámara, criticó las diferencias que existen entre los impuestos a los combustibles que pagan algunas empresas, en comparación con lo que pagan las personas.

“Por qué frente a las alzas, gremios importantes de nuestro país pasan indemnes por tener rebajas tributarias importantes, en cambio los chilenos que con mucho esfuerzo han comprado un automóvil y que utilizan este medio de transporte para trabajar, no pueden hacerlo”, cuestionó.

Desde Renovación Nacional, el diputado Alejandro Santana, miembro de la Comisión de Hacienda de la Cámara, respondió por su parte que el impuesto específico significaría una merma en ingresos fiscales, que no se aliviaría por el crecimiento económico, por lo que se manifestó a favor de modificar el Mecanismo de Estabilización de los Precios de los Combustibles, el Mepco.

“Creo que hoy día, dada la coyuntura de precios internacionales del crudo, hay que revisar la banda de precios, lo que se ha legislado en varias oportunidades”, explicó.

Andrés Solimano, economista y presidente del Centro Internacional de Globalización y Desarrollo, reconoció que los impuestos indirectos son parte de los motivos de los altos precios de los combustibles y se sumó a la críticas al Mepco, afirmando que “no es demasiado exitoso”.

“En términos absolutos, tenemos una volatilidad bastante alta y una sensibilidad ya sea aumento del tipo de cambio o aumento de los precios internacionales, además de la respuesta de las empresas de siempre traspasarlo a los consumidores finales, por lo tanto creo que este fondo de estabilización, no es demasiado exitoso”, cuestionó.

Durante la semana pasada, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, defendió el Mepco y afirmó que las alzas, sin este mecanismo, podrían haber sido de hasta 20 pesos adicionales.

Por su parte, José Ramón Valente, ministro de Economía, proyectó un escenario más optimista para las bencinas, afirmando que la caída del precio del dólar frenaría los reiterados aumentos de los combustibles.