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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

A casi dos meses del robo millonario de instrumentos que afectó a los descendientes de Zalo Reyes, el grupo chileno "El Legado de Zalo Reyes" atraviesa un complejo presente. Tras fracasar en la campaña para recuperar las herramientas de trabajo, se canceló un megashow benéfico por falta de ventas de boletos.

A casi dos meses del millonario robo de instrumentos que afectó a los descendientes de Zalo Reyes, quienes se presentan en escenarios locales como “El Legado de Zalo Reyes”, la agrupación chilena atraviesa un complejo presente.

Tras no obtener resultados con la campaña en redes sociales para recuperar las herramientas de trabajo, el megashow que iría en beneficio del grupo esta semana fue cancelado luego de no vender el mínimo de boletos para su realización.

La cita solidaria estaba agendada para este sábado 19 de julio en el Teatro Cariola. “Lamentablemente, las entradas vendidas no alcanzaron el mínimo necesario para poder llevar a cabo el espectáculo. Esta ha sido una decisión difícil, ya que pusimos mucho corazón y esfuerzo en este encuentro, y porque muchas personas nos ofrecieron su apoyo con generosidad y cariño”, comentó la familia en un comunicado.

“Seguiremos adelante con fuerza y agradecimiento, confiando en que vendrán nuevas instancias para reencontrarnos”, agregaron desde El Legado, colectivo impulsado por los nietos del cantante que desde el robo de instrumentos no ha podido presentarse en vivo ni trabajar.

En diálogo con BioBioChile, Boris González Reyes, hijo de Zalo y otrora representante del Gorrión (quien ahora repite funciones con El Legado), abordó las dificultades que enfrentan tras sufrir el embate delictual.

“No apareció nada de nada, así que la verdad es que hay poca esperanza. La dificultad es que lo que nos robaron son nuestros instrumentos de trabajo. Así que no hemos tomado presentaciones porque tenemos que tener lucas para comprar tanta cosa que nos robaron”, explica.

En la misma línea, y en relación al nuevo golpe recibido tras la cancelación del show a beneficio, el mánager reflexiona: “Esto nos pilla mal. Era una tremenda esperanza que teníamos, pero la verdad es que no prendió y ante eso no hay nada mucho que hacer. Había un tremendo espectáculo con tremendas bandas. La Tomo como Rey, la Sonora de Todos, Angelo Peretti con Cristóbal Briceño, tremendos artistas, que ellos por si solos llenan todos estos locales siempre”.

“Preferimos cancelarlo antes de complicarnos más, porque hay que incurrir en varios gastos. Plan B, hasta el minuto no hay, porque estamos en el proceso de la suspensión aún”, cuenta Boris. Por ahora, el grupo está craneando la forma de generar ingresos: “Nos han prestado algunos instrumentos, por lo menos, pero son eso: prestados”, grafica.

Boris González Reyes, hijo de Zalo Reyes: “Cuando uno ve en televisión que a la gente le roban, uno ya se acostumbra, se adapta, lo normaliza”

Por el momento, El Legado “está en pausa”. “Uno tiene una estructura para las presentaciones, donde llevas tanta instrumentación, tanto cablerío, tantos computadores. En el caso nuestro, a mi papá lo tenemos que poner en una imagen atrás, porque canta un par de canciones en el show, y esas visuales ya no las tengo. Entonces quedamos amarrados de brazos”.

A pesar del mal momento, Boris es optimista. “Estamos pasándolo mal, pero ya iremos a salir adelante de alguna forma. La vida no se acaba para nada, así que tenemos que seguir adelante. Algo se nos va a ocurrir para salir de este tremendo traspié que nos tiene de abrazos cruzados”, dice.

En mayo pasado, el robo en la casa de Zalo Reyes fue avaluado por Carabineros en 50 millones de pesos. El delito ocurrió en el que fuera el domicilio familiar de Zalo Reyes, en su querida comuna de Conchalí (Región Metropolitana).

“Nos robaron todo tipo de cosas, todos los televisores. Nos robaron los calefón, las cañerías, el auto, la ropa de mi papá, los computadores, instrumentos, amplificadores y una cantidad infinidad de cosas. Con el tiempo, por ejemplo, aquí hubo un corte de luz, y fuimos a buscar las linternas y nos habían robado hasta las linternas, las velas, el tipo arrasó”, dijo González.

La experiencia límite, a su vez, ha llevado a González Reyes a reflexionar no sólo en la seguridad del país, sino también sobre cómo se normalizan tragedias como esta.

“Cuando uno ve en televisión que a la gente le roban, uno ya se acostumbra, se adapta, lo normaliza. Y ahora, con esta experiencia, me di cuenta cómo la gente de los incendios de Valparaíso, por ejemplo, cómo lo deben estar pasando sin recuperar aún sus casas”, añadió.