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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

La obra "Casa de Muñecas: El regreso de Nora" de Lucas Hnath, presenta a Nora 15 años después de abandonar a su familia en busca de libertad. Dirigida por Iván Torres, la secuela cuestiona normas matrimoniales del siglo XIX y el rol de la mujer en la sociedad. La producción chilena destaca por un elenco sólido y una trama que explora el reencuentro de los personajes. Con diálogos ágiles y escenografía evocadora, la obra se erige como una valiosa y actual secuela de un clásico teatral.

Aguda y entretenida, Casa de Muñecas: El regreso de Nora impacta nuevamente en destacado montaje del director Iván Tobar. Se exhibe en Mori Bellavista.

Por Leopoldo Pulgar Ibarra

Quien quiera saber cómo sería la posible vida de uno de los personajes teatrales de mayor presencia simbólica, más allá de la historia original, tiene esta vez una valiosa y atractiva oportunidad.

La obra del dramaturgo estadounidense Lucas Hnath, estrenada en 2017 como Casa de Muñecas. Parte 2, instala a Nora en la casa familiar, en 1894, quince años después de abandonar hogar, marido e hijos en busca de su libertad personal.

Una decisión de gran impacto por su fuerte crítica a las normas matrimoniales del siglo XIX, en una sociedad conservadora a las puertas de la modernidad, cuando Erick Ibsen (1828-1906), estrenó Casa de Muñecas, el 21 de diciembre de 1879, en el Teatro Real de Copenhague (Dinamarca).

El texto de Hnath se conecta con las fibras más esenciales de este clásico, mientras que la dirección de Iván Tobar (“King Kong Palace”, “Desmontando a Shakespeare”) refuerza el desarrollo creíble y profundo de una secuela que investiga cómo repercuten en el reencuentro las decisiones que se tomaron alguna vez.

Y que, además de calibrar el estado de la libertad personal de las mujeres y de las relaciones de pareja en la sociedad de la época, tienen plena validez para la sociedad de hoy.

La obra de Lucas Hnath fue nominada al Premio Tony 2017 a la Mejor Obra, mientras que la actriz Laurie Metcalf ganó el Premio a la Mejor Actuación protagónica. Fue estrenada con gran éxito en Broadway y en otros países.

Casa de Muñecas 2: El regreso de Nora, foto de Oliver Herrera

Cuatro miradas, una historia

El dramaturgo Lucas Hnath concentra su relato en cuatro personajes: Nora y Torvaldo, los protagonistas del texto original, sumando a la hija Emmy y a la niñera Anne Marie, ambas con una más relevante intervención.

A su vez, la producción chilena Casa de Muñecas: El regreso de Nora tiene como soporte fundamental a un elenco de tres actrices y un actor, cuyos desempeños responden muy bien a las exigencias de calidad de un teatro realista contemporáneo.

En este sentido, el director construye un ambiente equilibrado con pocas fisuras y exabruptos, cuando se abren las válvulas de las emociones y sentimientos que abundan en una obra con giros dramáticos y melodramáticos.

La prestancia que en todos los niveles exhibe Nora (Katty Kowaleczko) sólo es sacudida por los fantasmas del pasado que emergen cuando su hija y la niñera actualizan el abandono de los hijos.

Sí, ella se conmueve y parece retroceder un poco, pero este argumento no alcanza para insegurizarla: ella representa lo conseguido a fuerza de trabajo, dolor y convicción, el triunfo de la libertad personal y la modernidad que anuncia la cercanía con el nuevo siglo.

A su vez, dibuja en Torvaldo (Jaime Omeñaca) al hombre incapaz de salir de su orgullo herido y apresado en las tradiciones patriarcales, pero también al sujeto que logra poner cierta distancia con el torbellino que revive.

Torvaldo no cambia su manera de pensar y sentir, pero trata de poner un racionamiento un poco más objetivo frente a un mundo que se abre y no entiende, mientras su cuerpo actoral siempre lo resiente en escena.

Casa de Muñecas 2: El regreso de Nora, foto de Oliver Herrera

Emmy y Anne Marie

Distinto es el caso de la niñera que interpreta Mónica Carrasco: Hnath le asigna un rol más extenso que en el original, aunque en una línea similar como defensora de valores tradicionales y crítica inclaudicable de Nora por abandonar a sus hijos. Todo lo demás es capaz de pasarlo por alto.

La actriz, avezada y talentosa, recorre en la obra un trayecto especialmente minucioso en su proceso de relacionarse con el relato y como articuladora inteligente de personas en conflicto potencial o real.

Pasa de la sorpresa y desconfianza inicial a la cautela y cierta comprensión; del humor hasta buscar soluciones al conflcto principal; desde la actitud de la mujer mayor que asumió el rol de madrastra hasta querer expulsar a gritos a Nora de la casa familiar.

Florencia Crino, en el rol de Emmy, es un factor importante que Hnath introduce para expresar que la juventud necesariamente no implica ponerse en puestos de vanguardia.

Ella está instalada en la sociedad real, quiere tener una vida convencional y, dentro de su pragmatismo y desafección por la mamá, se advierte una emoción larvada que termina por instalarse como algo neutro y ajeno.

Diálogo incesante

Desde lo escenográfico y el vestuario, la obra sólo busca sugerir una época pasada con elementos elegantes, muy formales y funcionales, que corresponden al encuentro en el living de una casa familiar, mayoritariamente de tonos suaves. Una lámpara colgante, solitaria y rota en el suelo, surge como un símbolo del paso del tiempo.

La conocida capacidad para dialogar de los personajes de la dramaturgia estadounidense está presente en Casa de Muñecas: El regreso de Nora. La agilidad en este plano no tiene despilfarros y siempre está al servicio de una lógica que va descubriendo el entramado oculto de las relaciones familiares, que son siempre complejas.

En este reducto, autor y director se preocupan de exponer las alternativas en las opiniones, de modo que se proyecten con amplitud y detalle, y que el cuerpo actoral las sostenga con todos sus matices.

Una propuesta es entretenida de principio a fin, temáticamente interesante y conmovedora por su tremenda actualidad. Valiosa y acertada secuela de uno de los textos más influyentes del teatro universal.

Casa de Muñecas 2: El regreso de Nora, foto de Oliver Herrera

Casa de Muñecas 2: El regreso de Nora

Dramaturgo: Lucas Hnath (EE.UU)
Traducción y adaptación: Iván Tobar Ortiz, Valeria Torregrosa
Dirección: Iván Tobar Ortiz
Elenco: Landaeta & Cano Teatro (Katty Kowaleczko (Nora), Mónica Carrasco (Anne Marie), Jaime Omeñaca (Torvaldo), Florencia Crino (Emmy)

Diseño escenografía: Jorge Chino González
Realización escenografía: Esteban Romo
Diseño vestuario: Roger Landaeta
Realización vestuarios: Andrea Jopia, Sastrería Sartoro
Realización pelucas y prótesis: Teresita Rojas
Diseño iluminación: Carlos Avilés
Música original: Rael Valencia
Diseño maquillaje: Alexandra Romero
Diseño gráfico: Max Brito
Fotografía: Oliver Herrera
Videos: Francisco Jara
Social Media Manager: Paz Aro
Asistente de dirección: Valeria Torregrosa
Producción: Roger Landaeta, Coto Gutiérrez, Landaeta & Cano Teatro

Teatro Mori Bellavista
Viernes y sábado, 20.30 horas; domingo 19.30 hras.
Entradas www.ticketmaster.cl.
90 minutos.
+15.
Hasta 13 julio 2025.