En el transcurso de 2015, 286 mujeres fueron víctimas de un feminicidio, una cifra que equivale a una muerte cada 30 horas.

El caso que más impactó en el país trasandino fue el de Chiara Pérez, una adolescentes de 14 años -que estaba embrazada- y que fue asesinada a golpes por su pareja de 16, en mayo pasado, para luego enterrarla en el jardín de una casa, recuerda El País.

Este hecho levantó la indignación de Argentina y generó una campaña mediática para concienciar sobre el feminicidio, llamada “Ni una Menos”.

http://niunamenos.com.ar

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La maniobra tuvo éxito a nivel comunicacional, pero en los hechos, los feminicidios no sólo continuaron, sino que en 2015 aumentaron en comparación a 2014, en un 3,24 %.

¿Y los hijos?

Un tema que poco se habla, es que producto de los feminicidios muchos niños quedan a la deriva, más considerando que la mayoría de las veces el agresor es el padre de estos menores de edad.

Según un recuento de la ONG La Casa del Encuentro, unos 241 niños quedaron sin su madre producto del asesinato de esta última.

Por esta razón, desde la misma organización están impulsando una ley para que estos niños perciban algún tipo de beneficio económico y/o social, para que no queden desamparados, además de una indicación que permita la pérdida automática de la responsabilidad parental al padre, en caso de que esté involucrado.

La idea de la ONG es que no se repita lo ocurrido con Rosana Galliano, una mujer que fue asesinada por el padre de sus hijos. Pero ahora, los niños viven con éste, que cumple una cadena perpetua en su domicilio, debido a un beneficio concedido por su delicado estado de salud, indica Clarín.