En pleno avance están las obras complementarias necesarias para la actualización del sistema de apoyo al aterrizaje en el Aeropuerto Carriel Sur, con el objetivo de cambiar de ILS I -operativo en la actualidad y que permite acercarse al aeródromo con 450 metros de visibilidad- a ILS III B, que faculta a los aviones para aterrizar con una visibilidad aproximada de 50 metros.

Luego de un largo tiempo “muerto” donde -pese al anuncio de inicio este proyecto en 2013- no se había comenzado, y que incluso tuvo que ser volver a ser licitado, hoy la empresa danesa Scanavia se adjudicó el proyecto y comenzará la instalación de este instrumento en septiembre de este año.

Respecto a este importante atraso, el seremi de Obras Públicas, René Carvajal, fue tajante.

El jefe de Aeropuerto (s) de Carriel Sur, Marcos Álvarez, afirmó que este invierno “claramente van a haber problemas”, y que -para esta temporada- se esperan los ya conocidos episodios de atraso, congestión e incluso suspensión de vuelos, producto de este fenómeno.

El 1 de noviembre se desconectará el actual sistema de apoyo al aterrizaje para intervenir la pista central, lo que se extenderá hasta mayo de 2017, y que podría generar aún más episodios de interrupción de vuelo.

Mientras tanto, y tras años de anuncios y espera, todavía quedan un par de inviernos donde los usuarios estarán a “la suerte del clima” al momento de tomar un avión, ya que el sistema ISL III B no estará listo antes del término de 2017, y “el plan de contingencia” que existe actualmente sólo consiste en que -de no ser posible el aterrizaje- el vuelo retorne a su origen.