¿Hasta dónde es válido el castigo de un hijo que se ha portado mal? Esa parece ser la pregunta que se hacen algunos usuarios en redes sociales, tras lo publicado por una indignada madre en Reino Unido.

Terry Evans es madre de Jacob, un chico de 12 años quien fue acusado de intimidar a una compañera de clase, a la que además le rompió uno de sus zapatos.

Así lo reporta el diario británico Metro, que develó una publicación que hizo Evans en contra de su mismo hijo a través de Facebook.

“Absolutamente indignada de que mi hijo de 12 años pisara a propósito a una niña nueva en la escuela y le torciera el pie con tal fuerza que rompió sus zapatos nuevos.

Te voy a decir algo Jacob, si alguien se atreve si quiera a respirar sobre ella de alguna manera que la intimide, le entregaré personalmente a sus padres para que le den cualquier tarea degradante el tiempo que lo estimen… Un beso de despedida a tu dinero de cumpleaños con el que voy a comprar un par de zapatos y un ramo de flores a la niña. #Notendréunacosadorenmicasa”

En un comienzo, la mujer etiquetó a su hijo para que sus amigos pudieran leer el mensaje y de paso servir de advertencia a otros que quisieran molestar a la afectada, pero tiempo después lo borró debido a la viralización de la publicación.

Fueron más de 11 mil veces la que se compartió el mensaje, que le valió a la madre una ola de apoyo y críticas de parte de otros padres que no vieron con buenos ojos el mensaje.

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“¿Por qué extender la humillación? Tu pobre hijo. Esto lo perseguirá por siempre”, fue uno de los juicios hacia la mamá que decidió actualizar el estado y añadir el porqué del mensaje.

“Para responder algunas preguntas, sí, mi hijo puede verlo, lo etiqueté antes que este post fuera viral (no lo vi venir) para que sus amigos vieran que sus acciones tienen consecuencias. Él no es un chico grande, fuerte o divertido, es un niño de 12 años que tiene que hacerle caso a su madre.

No me importa mucho si alguien no está de acuerdo con mi estilo de crianza, mi hijo humilló y avergonzó a una niña, independiente de su razonamiento (no pensó que podría romper su zapato, solo pensó que la niña podría moverse o saltar) esa pequeña quedó llorando, nadie sabe si quizá la niña dejó su antiguo colegio porque había sido humillada…así que imagina cuán peor la habría hecho sentir esa ridícula acción de mi hijo.

Así que el hecho de avergonzarlo en Internet no es comparable en lo absoluto a la humillación que tuvo que aguantar esa niña, caminando con un zapato roto y los ojos rojos de tanto llorar, siendo que era su primer día de clases.

Pd: Por supuesto que me senté y hablé con él sobre su comportamiento, no sólo lo etiqueté en un post para que lo leyera. Estoy completamente segura que esa simple ‘ocurrencia’ que tuvo, no volverá a repetirse”.

La publicación ya no está disponible, tras ser borrada por la autora.