En las últimas semanas, Carabineros ha estado en polémica, debido a diversas actuaciones que han dado que hablar. Estudiantes de la escuela de formación usados para una mudanza, acusaciones por presuntas torturas y un polémico procedimiento contra una niña de 4 años son sólo algunos hechos.

Hoy, podemos sumar una nueva polémica: un hombre acusa haber sido detenido por portar una pistola de agua a bordo de un bus del Transantiago.

Todo ocurrió el 25 de diciembre pasado, cuando Jonathan Curiñanco (29 años) acompañado junto a su hijo, cuñada y el hermano de ella, esperaban un bus del sistema de transporte público capitalino. En el paradero, cercano a la estación del Metro Los Quillayes, el pequeño de 6 años lanzó un chorro de agua con la pistola, de acuerdo a lo que indica Chilevisión. Tras ello, el juguete quedó goteando.

La familia abordó el bus y pasaron un par de minutos, cuando un carabinero de civil le pidió bajar del bus, debido al agua que botaba la pistola, ya que “eran un peligro para la sociedad”, considerando que cualquier persona podía caerse por el charco que estaba generando.

“Yo ando con mi hijo y con una pistola de agua y no me dejan pasar porque la pistola de agua está goteando”, relata el hombre en el video que captó, exponiendo el juguete y al, en ese momento, supuesto funcionario de la Policía de Investigaciones. Posteriormente, se conoció que era miembro de Carabineros.

Mientras, otros pasajeros salían en defensa del denunciado. “Éste va a quedar hasta en ridículo. Tanto delincuente que hay, nosotros tenemos que lidiar todos los días pero, señor, no lo entiendo”, decían.

Con posterioridad, ambos hombres tratan de dar explicaciones ante los efectivos de la 36° comisaría de Carabineros, terminando ellos y el pequeño a bordo del vehículo policial.

Ya detenido, los policías trasladaron dos veces al hombre de comisaría -primero a la Subcomisaría Los Quillayes y, posteriormente, a la 36° comisaría-, en donde les decía que el niño iba a pasar a un hogar de menores, debido a que no había nadie que lo fuera a buscar. Finalmente, ésto no ocurrió.

Al día siguiente, Curiñanco pasó a control de detención, enterándose recién ahí que estaba formalizado por “amenazas de muerte“.

En diálogo con Chilevisión, el hombre, que no tiene antecedentes policiales, señaló que “yo cometí un error en haberlo insultado (al policía de civil) con garabatos, pero era tanta la rabia que tenía, que estaban echando a perder mi Navidad, la de mi hijo, por nada“.

“Me bajo, voy a intentar hablar con Carabineros para explicarle el problema y nada, no me escucharon, no me pescaron. Me llevaron, ni siquiera me dijeron por qué estaba detenido, no me dijeron nada. Después, a las 10 de la noche, supe que era por amenazas a un funcionario de Carabineros”, añadió.

Pero, con posterioridad, Carabineros señaló que el motivo de la detención era completamente distinto al de la pistola: fue apresado por andar en estado de ebriedad y lanzando agua a los pasajeros.

“Molestaba a las demás personas que se encontraban en calidad de pasajeros en dicho medio de locomoción, lanzándole agua con esta pistola [...] (El efectivo) conversa con esta persona, quien de inmediato, lo amenaza de muerte”, indicó el Mayor de la 36° comisaría de La Florida, Eugenio Molt, en diálogo con el canal de televisión.

El detenido, finalmente, fue dejado en libertad.