El saliente alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri, un dirigente pro-mercado de derecha, ganó la presidencia Argentina en un reñido balotaje, cuyos resultados el gobierno kirchnerista de centroizquierda calificó este lunes como un “empate”.

Con menos de tres puntos se impuso Macri (51,40%) sobre el candidato oficialista Daniel Scioli (48,40%) al conocerse este lunes los resultados oficiales con el 99,17% de las mesas escrutadas.

“Salimos empatados, uno tiene que reconocerlo, pero no es una diferencia que nos diga a nosotros que estábamos equivocados”, dijo en su habitual rueda Aníbal Fernández, jefe de gabinete de la presidenta Cristina Kirchner.

La elección se desarrolló en una jornada tranquila que dio vuelta la política argentina y que era inimaginable hace un mes, cuando los sondeos cantaban la victoria del oficialista Daniel Scioli.

“El margen de la victoria es bastante limitado”, dijo a la AFP el sociólogo Gabriel Puricelli, presidente del Laboratorio de Políticas Públicas en Argentina, al recordar que Macri lidiará con un Congreso en manos de la oposición.

Gran parte del parlamento apoya a la presidenta saliente y Macri se verá forzado a tejer alianzas hasta al menos 2017, cuando se celebrarán elecciones legislativas.

A su favor, cuenta con la provincia de Buenos Aires, la más poblada, así como con tres de las cinco provincias más grandes del país que estarán controladas por su alianza de centroderecha Cambiemos.

“Le pido a Dios que me ilumine para poder ayudar a cada argentino a encontrar su forma de progresar. Yo estoy acá por ustedes así que les pido por favor, no me abandonen, sigamos juntos”, manifestó.

El 10 de diciembre, cuando la presidenta Cristina Fernández le entregue el mando, empieza una etapa inédita con un nuevo espacio político de derecha. En casi un siglo en Argentina no hubo ningún presidente que no fuera o peronista o radical (socialdemócratas) elegido en elecciones libres y sin fraude.

En su vida democrática Argentina sólo alternó en el poder al Partido Justicialista (PJ, peronista) o a la Unión Cívica Radical (UCR).

“Esto es historia”, dijo Marcos Peña, jefe de campaña de Macri e ideólogo del Pro (Propuesta Republicana, derecha) el partido del nuevo mandatario, en medio de la ovación de los miles de simpatizantes que acompañaron al ganador la noche del domingo en su búnker en Buenos Aires.