El Colegio de Periodistas confirmó que Agustín Edwards Eastman fue definitivamente expulsado de la entidad, luego de que no apelara a la sanción que le impusieron.

Recordemos que a finales de abril, el Tribunal de Ética del Colegio de Periodistas informó que se decidió expulsar de la entidad al dueño de El Mercurio, Agustín Edwards Eastman, por su rol durante la dictadura militad de Augusto Pinochet.

Esto fue ratificado el miércoles por el Tribunal de Ética y Disciplina (TRED) del Consejo Metropolitano del organismo, el cual ordenó “borrar de los registros del Colegio de Periodistas a Agustín Edwards Eastman”, luego de que el acusado no apelara a la decisión.

De acuerdo al Colegio de Periodistas, “el abogado de Agustín Edwards, Miguel Schweitzer, publicó el 23 de abril en El Mercurio una declaración en la cual desestimaba el “peso ético” de la decisión adoptada por el tribunal (…) Ante esto Luis Cuello, profesional patrocinante de la denuncia, respondió señalando que el representante de Edwards omitió en su inserción uno de los capítulos contenidos en la presentación, relacionada con los atentados a la libertad de expresión promovidos por El Mercurio a partir del golpe de Estado de 1973″.

Sobre la determinación, Javiera Olivares, presidenta del Colegio, indicó que “la profunda importancia de este hecho radica en la señal clara de que nuestra orden está por el ejercicio periodístico ético, que en su acción busque profundizar la democracia y no ser colaborador en la desestabilización de gobiernos democráticamente electos ni hacerse cómplice de violaciones a los derechos humanos”.

La denuncia fue ingresada en 2014, y condena “el rol de Edwards a principios de los años ’70 como periodista y dueño de El Mercurio, figura bajo la cual recibió fondos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos, con el fin de desestabilizar mediante operaciones comunicacionales al gobierno de Salvador Allende”.

Según el requerimiento ético, “sus acciones propiciaron el golpe de Estado que las Fuerzas Armadas llevaron a cabo el 11 de septiembre de 1973″.

“A estos hechos se agregó su rol en abril de 1987 como director del mismo medio, a raíz de la visita del Papa Juan Pablo II, ocasión en que El Mercurio se prestó para un montaje de los organismos de seguridad del Estado para legitimar la detención y posterior tortura de Iván Barra Stuckrath y Jorge Jaña Obregón”, añade la acusación.