La Municipalidad de Concepción descartó una demanda contra los locales de tragamonedas, idea que había sido planteada por el concejal Ariel Ulloa, con el apoyo del restos de los ediles. El municipio apuesta a la fiscalización para regular el funcionamiento de estos mini casinos.

La acción legal había sido propuesta de manera de evitar que en el futuro grandes casinos como Marina del Sol, acusen a la corporación edilicia penquista de no haber combatido el funcionamiento ilegal de los tragamonedas.

El tema fue analizado por la Dirección Jurídica, dijo el administrador municipal Aldo Mardones, determinando que no hay argumentos para una demanda civil.

De allí, entonces, que la Municipalidad de Concepción haya optado por la fiscalización exhaustiva de los al menos 30 minicasinos que existen en la ciudad, para lo cual están siendo capacitados los funcionarios a cargo de hacer cumplir una ordenanza recién dictada.

Ha sido complejo para Concepción regular los tragamonedas, a diferencia de lo que ocurre en Talcahuano, donde los locales han sido clausurados, invocando el Plan Regulador.

Cuando la capital regional cerró los minicasinos, la Contraloría revirtió la drástica medida, al impugnar la ordenanza. La norma, sin embargo, fue mejorada, y es la que ahora pretende permitir sólo el funcionamiento de máquinas de destreza y no de azar.