Hasta el 31 de diciembre dio plazo la Armada a Luis Ramírez, el propietario del ex buque factoría Don Humberto B, varado en Coquimbo, para que presente a la autoridad marítima las acciones a seguir, que permitan ejecutar el retiro de la embarcación desde la bahía, de forma segura.

Esto debido a la extrema preocupación de los pescadores, ante un eventual derrame de petróleo desde la estructura, que causaría un desastre ambiental de envergaduras.

Desde 2011 a la fecha han sido seis los fracasos en las maniobras para reflotar al ex factoría, encallado en el sector del puerto Coquimbo II. Hace poco la Armada dispuso de un equipo de buceo táctico, para desarrollar el estudio técnico del estado del navío, el cual fue lapidario al informar que la estructura no soportaría un nuevo intento, recomendado su desguace.

En la ocasión no se pudo acceder a los estanques de combustible, en los que según los pescadores de Coquimbo, existen 50 mil litros de petróleo del tipo Búnker.

En la Actualidad

Ante el nulo avance, para solucionar la problemática los pescadores de la bahía de Coquimbo y el diputado del PC, Daniel Núñez, están realizando gestiones para buscar una solución.

Al respecto, el parlamentario indicó que “el Gobernador Marítimo de Coquimbo, Eduardo Rubilar, está muy preocupado por el caso y ha mandatado acciones. Además, indicó que dieron un plazo al dueño de la embarcación para que el 31 de diciembre, como periodo máximo, presente un plan de acción respecto a cómo va a sacar el navío de la bahía de Coquimbo. De no ser así, corresponde que el barco sea declarado en abandono y que su estructura pase a ser restos náuticos y sea el Estado quien resuelva este problema”.

Además Núñez informó que “el dueño de la embarcación no se ha hecho cargo efectivamente de este problema, y posee 17 millones de multas no pagadas. Sobre ello voy a exigir al puerto de Coquimbo un oficio, de por qué no se cobró por el uso de las aguas, como debe ser. Corresponde que se hagan valer las leyes”.

Pescadores

El gremio pesquero de Coquimbo está expectante ante una posibilidad de perder su fuente de trabajo, debido a una eventual catástrofe ambiental en la bahía.

Refiriéndose al sentir de los hombres de mar, Elías Marambio, presidente (electo) de la Asociación Gremial de Pescadores de la Caleta de Coquimbo, manifestó que “respecto al peligro de contaminación, averiguamos la situación con gente entendida en la materia, quienes indican que el buque posee petróleo de tipo búnker, que es una sustancia de alta densidad y difícil de disolver ante un eventual derrame. Los capitanes de barco que trabajaron en este navío calculan que los estanques poseen 50 mil litros de petróleo, y que su liberación por fatiga de la estructura, sería una catástrofe para nuestra bahía”, explicó.

Además dijo que “estamos enfocados en proteger nuestra fuente laboral, como siempre ha sido las autoridades se están sumando a esto, especialmente el diputado Núñez. Estamos desde hace años solicitando una solución efectiva ante este peligro y problema para nuestro gremio, pero sin respuestas. Es de esperar que las cosas se hagan como deben ser, y que de una vez por todas las leyes y el cuidado del mar se hagan valer”, concluyó.

Visión del Experto

A la preocupación de las autoridades y los pescadores de Coquimbo, expertos de la UCN también mostraron su preocupación, debido a este buque varado en la bahía de Coquimbo y que poseería una cantidad importante de combustible, que ante un hecho climático u otros, podría generar una catástrofe medio ambiental al colapsar la estructura de la embarcación.

Uno de ellos, Fernando Torres, jefe de carrera de Ingeniería en Prevención de Riesgos y Medioambiente, se refirió al problema, mencionando que “en el caso del buque abandonado en la bahía de Coquimbo, sin duda existe una amenaza al medio ambiente y a la comunidad, la cual debe ser cuantificada y evaluada de manera científica, para poder visualizar el impacto y la valoración de las potenciales pérdidas, con lo que se pueda gestionar de manera eficaz y eficiente los riesgos, para controlar la situación”.

Agregando que “esto amerita un esfuerzo multidisciplinario, tanto de los organismos del Estado como de profesionales del área medio ambiental, para que se establezcan soluciones ajustadas a los riesgos que presenta. Este es un caso puntual, por lo cual se debería realizar un catastro y valorar las urgencias al respecto en nuestra región, para tomar acciones planificadas en pos de un desarrollo sostenible”.