El papa Francisco aseguró el miércoles en Roma que “quiso alentar el camino de la paz en Medio Oriente, en particular en Siria”, durante su reciente viaje a Tierra Santa.

Ante 35.000 fieles congregados en la plaza de San Pedro para la audiencia general semanal, el pontífice recordó que “invitó a los presidentes de Israel y de Palestina al Vaticano para orar por la paz”, aunque no dio más detalles.

El papa dijo en el avión que le trajo de Jerusalén a Roma que de ninguna forma se trata de una “mediación”.

Ante los fieles, Francisco recordó que su viaje por Amán, Belén y Jerusalén, tenía también como objetivo “agradecer a las autoridades y al pueblo jordano por su generosa acogida a numerosos refugiados” sobre todo sirios.

“Mi peregrinaje también tuvo como objetivo confirmar en la fe a las comunidades cristianas de esta región y manifestarles el reconocimiento de toda la Iglesia por su presencia y su valiente testimonio”, agregó, en alusión a la inseguridad en que viven los cristianos de Oriente que abandonan masivamente de las tierras de sus ancestros debido sobre todo al peligro del islamismo radical.

“Agradezco a los hermanos y hermanas de lengua árabe, en particular a los que vienen de Jordania y de Tierra Santa. ¡Cuán bueno y agradable es que los hermanos habiten juntos!”, dijo, citando un salmo.

“Les agradezco su generosa y cariñosa hospitalidad y les aseguro que los llevo siempre en mi corazón y en mis oraciones, y pido para vosotros bienes abundantes, una prosperidad continua y una paz duradera”, señaló.

En lo que respecta al aspecto ecuménico de su viaje, “objetivo principal” de su peregrinación, el papa recordó que había orado con el patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé, en el Santo Sepulcro, el epicentro del cristianismo: “Manifestamos nuestro deseo de perseverar en el camino de la plena comunión” entre católicos y ortodoxos, dijo.