China calificó de “absurdo” el procesamiento el lunes en Estados Unidos de cinco oficiales del ejército chino, acusados de robar secretos estadounidenses.

Este procesamiento, “basada en hechos fabricados, viola burdamente las normas básicas que regulan las relaciones internacionales y ponen en peligro la cooperación y la confianza mutua entre China y Estados Unidos”, declaró el portavoz del ministerio chino de Relaciones Exteriores, Qin Gang.

Pekín pidió a Washington que “corrija inmediatamente su error y abandone este ‘procesamiento’”, agregó. “La acusación contra el personal chino es absurda y sin ningún fundamento”, estimó.

El gobierno de Estados Unidos inició el lunes un proceso contra cinco oficiales del ejército de China a quienes acusa de robar secretos estadounidenses para ayudar a empresas estatales chinas, informó el Departamento de Justicia.

Es “la primera vez que se presentan cargos contra agentes de un estado por este tipo de piratería”, dijo el Fiscal General Eric Holder al presentar el caso ante un jurado en Pensilvania (este).

Los cargos fueron presentados contra cinco integrantes del Ejército Popular de Liberación (nombre del ejército chino), por supuestamente haber robado secretos de la industria siderúrgica estadounidense para beneficiar a empresas estatales chinas. Se los acusa de haber entrado al sistema informático de Estados Unidos para obtener ventajas competitivas, afectando con eso a seis empresas estadounidenses, así como a sus trabajadores.

Entre las empresas mencionadas en el proceso como víctimas del espionaje económico chino, se encuentran Westinghouse, US Steel y Alcoa, así como las filiales de SolarWorld.

Estados Unidos ha acusado al gobierno chino de desplegar una vasta campaña de ciberespionaje para robar información confidencial a empresas estadounidenses.

China responde que la actitud de Washington es hipócrita, dado que realiza un masivo espionaje a nivel mundial, como revelaron los informes del excontratista de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) Edward Snowden.

Los documentos revelados por Snowden muestran que el gobierno estadounidense logró penetrar en los sistemas de la gigante china de telecomunicaciones Huawei, empresa cuyas tentativas de operar en el mercado estadounidense han sido bloqueadas por motivos de seguridad.