Los alimentos contienen nutrientes que ayudan a partes específicas del cuerpo y sus funciones. Por ejemplo, el cerebro se ve beneficiado por cierto tipo de comida que lo potencian, que evitan los riesgos de las enfermedades degenerativas como el Alzheimer, y que mejoran la atención y la memoria.
El cerebro no está exento de recibir una buena alimentación para que su trabajo sea el más adecuado. Lo cierto es que no cualquier nutriente es el que lo hace funcionar de mejor manera, sino que hay algunos que específicamente dan un mejor resultado.
Estos son algunos de los alimentos buenos para el cerebro, consignados por el sitio español ABC.
1. Café, té verde y chocolate negro: Según un estudio publicado en “Nature Neurocience”, esta bebida estimulante no sólo nos mantiene despiertos sino que se perfila, en la dosis adecuada, como un alimento neuroprotector que potencia la memoria a largo plazo. En tanto, el chocolate negro -a través del flavonol epicatequina- mejora también la memoria, posiblemente incrementando el flujo sanguíneo al cerebro. Pierde esta propiedad cuando se combina con leche. Y el té verde además de ayudarnos a recordar mejor, tiene efectos cognitivos saludables y actúa como ansiolítico.
2. Yogur: Este alimento no sólo ayuda a regenerar la flora intestinal. Algunos estudios apuntan a que también es capaz de mejorar el estado de ánimo.
3. Pescado: Los ácidos grasos omega-3, presentes en pescado azul como atún, sardina y salmón, entre otros, han demostrado un papel protector frente patologías neurodegerativas como el alzhéimer. Al parecer, las grasas poliinsaturadas ingeridas atraviesan la barrera que aísla el cerebro y equilibran los parámetros relacionados con esta enfermedad en el líquido cefalorráquideo.
4. Avena: Con un suave efecto ansiolítico, este cereal tonifica el sistema nervioso y ayuda a hacer frente a los esfuerzos intelectuales.
5. Arándanos: Éstos poseen antocianinas, pigmento vegetal que les proporciona su particular color y que además reduce el daño en nuestro cerebro. Asimismo, ayuda a prevenir la demencia senil y el Alzheimer.
6. Huevos: Cuando envejecemos tendemos a “deteriorarnos”, por lo que la vitamina B12 que ofrecen los huevos se vuelve fundamental. Éstos luchan contra el deterioro del cerebro que muchas veces se ve en la enfermedad de Alzheimer.