El ejército sursudanés anunció el lunes que controla totalmente la ciudad petrolera de Malakal, capital del estado de Alto Nilo y escenario de intensos combates desde el inicio del conflicto en Sudán del Sur a mediados de diciembre.

Las fuerzas leales al presidente sursudanés Salva Kirr y los soldados rebeldes fieles al exvicepresidente Riek Machar se libraban combates desde mediados de enero para hacerse con el control de la ciudad, que cambió de manos varias veces desde mediados de diciembre.

“Malakal está por fin en manos de la SPLA”, el ejército regular sursudanés, declaró a la AFP su portavoz Philip Aguer.

“A las 13H00 locales (10H00 GMT), ellos (los rebeldes) fueron expulsados de la localidad”, ubicada a unos 550 km al norte de Juba, afirmó.

El ejército sursudanés había indicado el viernes que perdió el contacto con sus fuerzas en Malakal, ciudad en la cual había lanzado una ofensiva.

El sábado, las fuerzas gubernamentales retomaron la ciudad estratégica de Bor, uno de los principales focos de los combates en el país. Sin embargo, las fuerzas rebeldes minimizaron la pérdida de Bor, evocando una simple “retirada táctica”.

Por otra parte, las fuerzas rebeldes seguían controlando amplias zonas rurales del estado petrolero del Alto Nilo y del Jonglei, así como del resto del país.

Los combates empezaron el 15 de diciembre por la rivalidad entre el presidente Salva Kiir y su exvicepresidente Riek Machar, destituido en julio y ahora líder de los rebeldes, y ya han causado la muerte de miles de personas así como medio millón de refugiados.

El presidente Kiir acusa a Machar y sus aliados de intento de golpe de Estado, una acusación que ellos rechazan.

Los combates se acompañan además de masacres étnicas entre los Dinka de Kiir y los Nuer de Machar.