El coleccionista de vinos Rudy Kurniawan fue hallado culpable el miércoles por un jurado en Nueva York, por los cargos en su contra por falsificar botellas de grandes cosechas por millones de dólares.

Kurniawan, un indonesio de 37 años y considerado en su momento “uno de los cinco coleccionistas de vino más grandes del mundo”, había sido detenido en 2012 en California y transferido ante la justicia federal de Manhattan, que puede condenarlo ahora hasta a 40 años de prisión.

Tras una corta deliberación, el jurado lo halló culpablle de los dos cargos que se le imputaban: venta de vinos falsificados y fraude financiero.

Durante el juicio la fiscalía presentó a Kurniawan como un individuo codicioso que ganó millones en algunos años produciendo “en su cocina” vinos a los que presentaba como grandes cosechas excepcionales y que vendía a precios exorbitantes.

La declaración de varios testigos dejó al descubierto los errores de principiante que cometió Kurniawan y que lo llevaron a ser finalmente descubierto.

Por ejemplo, algunos de los vinos fraudulentos que vendía eran declarados como procedentes de la bodega francesa Domaine Ponsot, una centenaria empresa familiar de Borgoña, pero tenían etiquetas de años en los que la casa todavía no embotellaba sus productos.

En la casa de Kurniawan en Arcadia (en las afueras de Los Ángeles, California), los investigadores encontraron un “laboratorio de falsificación de vinos”, con botellas antiguas, corchos, cápsulas y pegamento.