El documental de Ignacio Agüero fue seleccionado para celebrar los 20 años de FICValdivia. Y para celebrarlo convocó a otros destacados festivales de cine de Latinoamérica para elegir las 10 películas esenciales que mejor representaran esta región del mundo en el período 1993-2012 denominada 20=10+10.

Los festivales convocados, además de FICValdivia, fueron Bafici (Argentina), Ficunam (México), Cali (Colombia), Fidocs (Chile), Transcinema (Perú), Cinema Tropical (Estados Unidos), Festival Cinematográfico del Uruguay (Uruguay), Tiradentes (Brasil) y La Habana (Cuba).

“Aquí se Construye” de Ignacio Agüero (Chile)
“Silvia Prieto” de Martin Rejtman (Argentina)
“Hamaca Paraguaya” de Paz Encina (Paraguay)
“Un Tigre de Papel” de Luis Ospina (Colombia)
“Historias Extraordinarias” de Mariano Llinás (Argentina)
“La Ciénaga” de Lucrecia Martel (Argentina)
“La Libertad” de Lisandro Alonso (Argentina)
“Santiago” de João Moreira Salles (Brasil)
“Luz Silenciosa” de Carlos Reygadas (México)
“Whisky” de Pablo Stoll, Juan Pablo Rebella (Uruguay)

Chile representado por un documental sobre la destrucción y la desmemoria

Aquí se construye (2000) es un notable documental de Ignacio Agüero sobre la destrucción de los barrios residenciales de Santiago –y de nuestro país en general-, borrando los lugares de nuestra infancia, los espacios y construcciones que gatillan fuertemente nuestra memoria.

Es sorprendente que, frente a tanta producción latinoamericana y chilena (Machuca, No, Tony Manero, Coronación, Caluga o menta, Taxi para tres, Chile puede…) se haya optado por un documental. Un documental que no tiene nada sorprendente, que no es político, que no incluye a ninguna figura o personalidad…

Qué tiene Aquí se construye

Es un documental notable que indaga en la memoria, en el sentido profundo de la memoria, de los lugares, de las cosas, y esa insistencia tan chilena de destruir y destruir lo que pueda significar identidad, raíces, historia para optar por lo nuevo –aunque sea feo pero esté de moda, aunque sea chico y estrecho pero aparezca en Vivienda y Decoración-, por lo aséptico.

El título, surgido de los letreros de las constructoras e inmobiliarias que, en forma paradójica, los instalan cuando están demoliendo. Pero estas demoliciones y nuevas construcciones también destruyen la convivencia entre los vecinos, los violenta, los desarraiga, para instalar finalmente la reticencia y la desconfianza entre antiguos y nuevos residentes. Entre los que están en sus casas, en sus patios y quienes los miran desde las alturas de sus nuevos departamentos, a la sombra de los nuevos edificios a los que llegaron a habitar.

En un mes que llama a la memoria, a la conversación y la discusión, Aquí se construye es un gran aporte para sumarse desde otro punto de vista o más bien abordándolos desde otra arista.

Han pasado 13 años y Aquí se construye está tanto o más vigente. Una prueba más de que es una gran obra, que –bien o mal- nos representa y que es una buena invitación a mirar la vida de otra forma, más pausada y valorando más la memoria.